Esta publicación es muy bonita. La he mirado varias veces. ¡Y hay un banco para charlas con extraños!
Creo que has venido a sentarte aquí conmigo. Pues lo primero que te pregunto es si te gustan los números... ¿las matemáticas? Me pongo como una gitana y te digo que creo que en tu familia hay cierta inquietud por las matemáticas... ¿habrá que contar cuando se toca el piano...? ¿o no? Lo siento por mi ignorancia, no sé nada de instrumentos.
Nací en 1980. 1+9+8+0= 18
El 9 es un número que también está presente ahí
y el 27 que es la suma de 19+8
Pero el 27 de marzo es mi cumpleaños. Y yo te confieso que no sé nada de numerología. Alguien me ha hecho indagar.
Dice la numerología que el 9, el 18 y el 27 son los números de los ángeles. Y hay todo un tratado al respecto y de lo que significan. Pienso que querías conocerme más.
Juana de Arco, vestida de hombre, liberó la ciudad de Orleans un 27 de abril. Carlos VII, que todavía no había sido coronado, envió a Juana al asedio de Orleans como integrante de un ejército de ayuda y fue allí donde se ganó una gran fama porque el asedio fue levantado solo nueve días después. 😧 el 9.
Y bueno... después a la pobre Doncella de Orleans la 🔥🔥🔥🔥🔥🔥 (debe haber sido 1 vez y no 18) 😆 ya no me hagas caso... no puedo pensar más... mucho sueño.
¡Buenos días!
(la carta a Francina creo que abrió nuevas autopistas)
Hola Nanixxx.
Vale, m siento allí al banco. :)) Pues mira, los números son importantes en la música, y sí que hay conección con las matemáticas en mi familia, aunque yo no he hecho mucho caso a la misma asignatura. Me interesaba un poco más el misterio que la coincidencia de los números puede traer. Lo de los números 9, 18 y 27 lo tenía claro al ver el librito en la tienda. La carta a Francina la debes tomar en serio. Esucha esos consejos y hazle caso al lado que lo escribió, tiene razón. Ponlo en marcha, ya. Te lo digo en serio. Mucho sueño por otros rincones del mundo, por no dormir. Hazle caso a la carta y te deseo igualmente buenos días, aunque tú deberías primero dormir :))
😳
Lo siento. Todos tenemos nuestro alter ego y el mar que ahora está en remolino quizás mañana esté en calma.
... No sé qué más decir. Perdona si te he incomodado...
No digas nada más, y no pidas perdón. Quizás yo debería.
A veces hacemos daño a nosotros mismos, sin querer. Por favor, duerme.