Jejeje... Ese perrito es un caso vale, creo que mi aparición lo asustó un poco, ya que aparecí de la nada... pero no me dio el abrazo, se puso antipático :D
Oye, sí le busqué el lado positivo al asunto y logramos resolver. La música siempre será indispensable en las reuniones entre panas, así que fue una gran aventura. La lluvias de ideas cayó sobre mi cabeza y dije: ¿por qué no? y he aquí una nueva iniciativa.
Te envío un abrazo de vuelta, querido Fernan. Gracias por tu agradable visita y dejarme un comentario genial. ^_^