**Al escuchar la música, se levantó de la mesa. Puso sus ojos en su objetivo, la linda chica que estaba sentada sola en la mesa al final del salón. Camino lentamente, moviendo sutilmente su cuerpo al ritmo de la música. Cuando llegó donde estaba ella, una voz fuerte le habló pidiendo que le diera paso. Un tipo flaco y sin gracia tomó de la mano a la chica y ella lo siguió sonriente hasta la pistas de baile…**
Raúl se quedó perplejo, no supo reaccionar, mientras su rostro iba cambiando de color, se enojó consigo mismo, había hecho el ridículo ante todas esas personas, no se lo podía perdonar, para pasar el mal rato, se fue directamente al bar desde allí observaba detenidamente a la pareja poseían buen ritmo al bailar, danzaban muy bien, más él seguía obsesionado con la chica, la noche estaba comenzando y por lo que iba a esperar el momento oportuno para volver al ataque.
Al finalizar la pieza de baile, la pareja se tomó de las manos y se marchó, Raúl miro como la linda chica se iba con aquel tipejo, únicamente deseaba estar cerca de ella y conocerla definitivamente, esa no era su noche, apuro el trago para pedir otro más, deseaba olvidar su mala racha.
A la mañana siguiente y como todos los domingos, Raúl se dirigió a la cafetería de la esquina para tomar su desayuno, a penas entro, se consigue con la linda chica, está allí, mira a los lados y no ve al tipo flaco de la noche anterior, decidió ir al ataque y le invito un café, ¡qué buena suerte!, no lo puede creer, lo que anoche fue imposible, ahora se encuentra sentados en la misma mesa conversando y compartiendo una taza de café.
Continúa... la historiaEsta es mi participación para concurso semanal de @freewritehouse
La imagen de la portada pertenece Ardian Lumi en unsplash
Me gusta tu historia. Lograste transmitir ese sentimiento de frustración que a todos nos ha recorrido al ver oportunidades irse en otras manos.
Pero inmediatamente cambiaste el tono de la historia con ese nuevo encuentro "casual" en la cafetería?. Creo que no existen las casualidades. La mañana, un café de por medio, y una charla tranquila alcanza nuevas profundidades.