¡Ahí está! La malvada cucaracha voladora, ¡No te atrevas a moverte!. ¡Te daré con el lampazo! – Decía el limpiador de pisos, dirigiéndose a una mancha en la pared, algo nervioso y sudoroso, claro, el pobre es bastante miope.
Invito a @historiasamorlez y @librepensadora a participar.