De que llega, llega. Porque no aprieta quién presumimos, ni nos ahoga el otro por acabarnos.
Son lecciones que solo se repiten si no las aprendemos.
Un hombre mayor en gabardina negra, tal vez amante los Hilman Arrow o un maestro que no se quería mojar, ni dejar al joven en la estacada.
Gran relato, me recuerda cuando pinche y no tenía gato. Un abogado, quien dice el diablo, se detuvo a prestarme el suyo y siguió su camino, diciendo: Déjamelo en el bufete.
Saludos @germanandradeg
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