Un camino difícil, pero no imposible, le espera a don Quijano.
Mira que es casualidad, hace años conocí a un don involucrado en la quiebra de un economato y aunque no me pareció un avaro, más de uno lo tenía en muy mal concepto y, sin embargo, salió adelante con un negocio propio y prospero, resulto un cliente serio y un amigo. Que dios tenga en su gloria.
¿Te imaginas, que hubiéramos conocido al don en diferentes momentos de su vida?
Hola, Félix
Sí, me lo imagino. No es tan improbable. En ocasiones, los caminos se cruzan...
Saludos, mi amigo.