Estaba la maestra gallina Ramona dando clases a los pollitos de la granja. Les explicaba que los huevos se forman cada 26 horas en la barriguita de la gallina. También le explicaba que todas las gallinas ponían en promedio 250 huevos al año, que los huevos son pura proteína y que la cantidad de gallinas en mundo triplica la población seres humana. También les indico que los huevos simbolizaban para el reino de los Gallus domesticas la vida, fertilidad y el renacimiento.
Pero la maestra fue interrumpida por un pollito ocurrente. En esta ocasión se trataba del pollito Cabuya. Este le pregunto que si su mamá Princesa se podía pintar las plumas de rojo. La maestra Ramona confundida le dijo que porque preguntaba eso. Él le respondió que su madre Princesa insistió que le preguntara a la maestra, con la intención que ella la ayudara en esa tarea de belleza. La maestro lo pensó, pero le dijo que si, que si iba ayudar a su madre Princesa para que se pintara las plumas de rojo.
Al día siguiente la maestra fue a la jaula de la gallina Princesa. Llevo con ella un tinte a base de agua color rojo, para aplicárselo a sus plumas. La maestra en el transcurso de la mañana había completado la labor prometida.
Antes de salir de la casa la maestra le recordó a la gallina Princesa que el cuento del Zorro rojo no era una leyenda, que era verdadera. Pero esta hizo caso omiso a todas las alertas interpuestas por la maestra gallina Ramona.
Todo ese fin de semana una gallina pretenciosa se paseaba por el corral con plumas de color rojo, se trataba de la gallina Princesa la madre del pollito Cabuya. Esa gallina, se convirtió en el objeto principal de las conversaciones más controvertida de los gallos del corral. Pero sin duda había llamado la atención de todos los gallos del corral.
Pero una noche de luna llena se dejaron oír sucesivos ladridos, esto hizo sospechar a la gallina Ramona, que algo malo estaba por suceder. A las pocas horas el desorden se apodero del corral. Los gallos avisaban la proximidad de un intruso. Las gallinas aterrorizadas daban gritos de confusión. El sonido metálico de los techos, la caída de los enceres del corral y los gritos inconfundible de una gallina en apuros, indicaban que el Zorro Rojo estaba en sus andanzas.
La gallina Ramona sabía que salir era peligroso, pero se arma de valor y cruzó la puerta de la jaula. A los lejos observó, en un vistazo rápido, que se trataba de la gallina princesa la madre del pollito Cabuya. Estaba siendo perseguida por las mandíbulas del Zorro Rojo. La leyenda que contaban era cierta. El Zorro Rojo buscaba y perseguía a las gallinas de color rojo. Eso fue lo que le advirtió la maestra a la madre del pollito Cabuya cuando le pinto las plumas.
Dentro de las carreras y el enredo en el corral, la gallina ramona agarro un balde de agua corrió hasta la proximidad de la jaula del pollito Cabuya, que oculto oía asustados los gritos de su madre, y se escondió detrás de la puerta por donde sin duda pasaría varias veces la gallina Princesa y el Zorro Rojo en una carreara de persecución desenfrenada. En un instante milagroso, con mucho atino logro vaciar el agua sobre la gallina Princesa. Inmediatamente el agua decoloro las plumas rojas de la gallina, volviéndolas a su color blanco original. El Zorro Rojo, al ver el cambio de color se detuvo, la observó de cerca, pero pronto perdió el interés por ella, marchándose entre las brumas de la madrugada.
Recuerda que ser autentico es lo mejor, porque presumir siempre hace verdaderas las leyendas de la vida.
Ramona, the hen teacher, was teaching the chicks on the farm. She explained to them that eggs are formed every 26 hours in the hen's tummy. She also explained that all hens lay an average of 250 eggs a year, that eggs are pure protein and that the number of hens in the world triples the human population. She also pointed out that eggs symbolized life, fertility and rebirth for the Gallus domestica kingdom.
But the teacher was interrupted by a witty chick. This time it was Cabuya the chick. He asked her if his mother Princess could paint her feathers red. The teacher Ramona, confused, asked him why he was asking this question. He replied that his mother Princess insisted that he ask the teacher, with the intention that she would help her in this task of beauty. The teacher thought about it, but said yes, she would help her mother Princess to paint her feathers red.
The next day the teacher went to Princess the hen's cage. She took with her a red water-based dye to apply to her feathers. The teacher in the course of the morning had completed the promised work.
Before leaving the house, the teacher reminded the hen Princess that the story of the Red Fox was not a legend, that it was true. But the hen ignored all the warnings of the hen teacher Ramona.
All that weekend a pretentious hen walked around the corral with red feathers, it was the Princess hen, the mother of the chick Cabuya. That hen became the main subject of the most controversial conversations of the roosters in the barnyard. But she had undoubtedly attracted the attention of all the roosters in the barnyard.
But one night when the moon was full, successive barking sounds were heard, which made Ramona suspect that something bad was about to happen. A few hours later, disorder took over the barnyard. The roosters warned that an intruder was approaching. The terrified hens screamed in confusion. The rattling of the roofs, the crashing of the barnyard and the unmistakable cries of a hen in distress, indicated that the Red Fox was on the prowl.
Ramona the hen knew it was dangerous to go out, but she plucked up her courage and crossed the cage door. In the distance she noticed, at a quick glance, that it was the princess hen, the mother of the chick Cabuya. She was being chased by the jaws of the Red Fox. The legend they told was true. The Red Fox was looking for and chasing the red hens. That was what the teacher warned Cabuya's mother when she painted his feathers.
In the midst of the races and the mess in the corral, the Ramona hen grabbed a bucket of water and ran to the proximity of the cage of the Cabuya chick, who, hidden, heard the frightened cries of his mother, and hid behind the door where the Princess hen and the Red Fox would undoubtedly pass several times in an unbridled chase carriage. In a miraculous instant, with great skill, he managed to empty the water over the Princess hen. Immediately the water discolored the hen's red feathers, returning them to their original white color. The Red Fox, upon seeing the color change, stopped, watched her closely, but soon lost interest in her, leaving into the mists of the early morning.
Remember that being authentic is best, because showing off always makes true the legends of life.
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