INTORDUCCIÓN
Como ustedes bien sabrán amigo HIVE los hechos aquí narrados son pura ficción creado por el autor con el fin de dar cuerpo a un relato literario esotérico. Los personajes principales que no tienen nombre son inminentemente seres espirituales, que están en otra dimensión por encima de los encarnados.
En este capítulo narraremos como el perdón hace parte muy importante en las vías de los seres humanos. A disfrutar otro recorrido por esta serie esotérica… gracias…
Serie, LOS VIGILANTES, Capítulo-3 (La despedida)
Una señora la acompaña en todos las ceremonias. El matrimonio se celebró en la capital de la república, pero fue más tarde cuando se iría a vivir a un pueblo de la costa. La suerte pululaba a su alrededor. Los espíritus de los familiares eran muy buenas generaciones, le daban muy buenos augurios de felicidad. Con ella, la fortuna que otorgaba el dinero, le dibujaba un entorno placentero. Nosotros en verdad hacíamos el trabajo espiritual con franco desdén, ya que era totalmente normal y rutinario. Solo eran trabajos de custodia y protección muy simples. Ella resolvía casi todo sus problemas físicos con la ayuda de muchas personas encarnadas, abogados, amigos, tíos, abuelos… Tuvo cuatro varones como descendencia. Tres de ellos se graduaron con honores en la universidad de la capital, pero uno de ellos estigmatizado por no estudiar nunca, pero se volvió el mejor mecánico de todos aquellos lares. Más tarde se casó y formo familia en una ciudad a 40 kilómetros de donde vivía su madre. Pero la adolescencia de este hijo fue tan solo supo reparar motores de autos, se volvió mecánico de oficio. Quedo enredado, pero en cada tropiezo nosotros trabajamos para que él encontrara el rumbo correcto.
El hijo mecánico cuando niño, fue marcado en oportunidad cuando sentados a la mesa preparado para comer, la madre lo mando a tomar el plato de comida convidándole a que se sentara alejados de todos los hermanos, y alejado de la mesa principal. Con este estigma, las cartas de su porvenir estaban echadas, sería marginado en todos los aspectos de la vida familiar. Todos los espíritus nos encogimos de hombros, y supimos que debíamos protegerlo aún más que a todos los demás de la familia. Con razón o sin ella, la esposa de aquel hijo de oficio mecánico, también quedó marcada para la familia y toda aquella discriminación le fue transferida como suerte heredada.
Con estos aconteceres nos demostraban exactamente lo que debíamos hacer solo al final de la vida de aquella señora afortunada. Sin discusión fue la única mancha en su vida ejemplar. Hicimos que terceros ayudaran al hijo a montar un taller para mejorar el sustento de la familia. Sin descuidar los pormenores del hijo mecánico, hicimos lo nuestro con la señora, permitiendo enfermedades para hacerla cambiar de parecer ante este hijo, pero las enfermedades no nos ayudaron en nada. La señora terminaba mejorando y con ello su carácter, y después de una reunión de familia donde todos los errores se perdonaban, ella despedía con un desaire a la esposa del hijo mecánico. Nuestra labor se hacía extensa con el perdón de esta señora. Usamos varias triquiñuelas, como enfermedades de ambas partes, quebrantos, la muerte de otros hermanos, muchos otros incidentes para reunirlos y romper con el destino manifiesto de estigmatización, pero los oscuros trabajaban a distancia sin ser percibidos, pero con mucha certeza para lograr las decisiones adversas de la señora.
Lo menos que pudimos lograr ya a sus sesenta años fue que le pidiera perdón a su hijo por las humillaciones hechas cuando niño. En esa oportunidad pudimos ganarle a los oscuros, pero desde ese momento le proyectó ese rechazo a la nuera. Esto nos llevó a consumar una estrategia a largo plazo donde la fecha de la muerta de la señora, fuera prolongada hasta el minuto final adecuado.
La señora sobrevivió a tres posibles infartos. Fue salvada de un cáncer de ovarios, intercedimos en los tratamientos para que viviera. Así mismo hicimos con el hijo mecánico y con su esposa, los hicimos vivir hasta el último instante, nada ni nadie que viniera a interceder espiritualmente por ellos era respondido. Lo único que nos interesaba era prolongar sus vidas hasta llegar al hecho definitivo. Así que de esta manera, entre vaivenes de la vida, dolores, entierros, enfermedades, hicimos que la señora viviera hasta los 80 años.
Los ángeles nos dijeron que este era la última estación de salida, la señora debía salir en esa edad de la dimensión encarnada. Por este motivo fuimos afinando los detalles de su deceso, y entre estas escenas no faltaría la presencia de la esposa de su hijo el mecánico como factor primordial.
A la mañana siguiente de cumplir los 80 años, hicimos que un trastorno coronario la tumbara en cama de manera contundente. Era el momento para completar las vidas de todos.
Las labores del cuido de la señora quedaron en manos de la nuera, en su casa del pueblo de costa. Ella la miraba con rencor y la trataba de humillar en cada instante, pero la nuera no le dejaba que lo hiciera, respondiéndole a cada grosería con amor. Su estado médico se agravó y tuvieron que trasladarla hasta la ciudad donde vivía el hijo. Allí permaneció por tres largos meses cuidada por la nuera, entre limpiezas de aseos desagradable y él cuido incesante con crema y ungüentos para mantenerla alejada del proceso de escara.
Todos los días la señora pedía como hablando al cielo, que dios le otorgara la muerte para que dejara de sufrir tumbada en esa cama ajena. Nosotros la mirábamos. Hasta que decidimos dar el golpe final, en el momento que sentimos que los pensamientos de la señora se ablandaban con respecto a nuera. Cuando observamos la presencia de algunas lágrimas en los ojos de la señora y en un acto seguido pedir perdón a la nuera. Se abrazaron y se despidieron sin decir adiós. Todos los hechos fueron consumaos en silencio, se cerraron todas las puertas del antagonismo.
Para los que todavía no comprenden, los designios de dios a veces tardan pero se cumplen.
INTORDUCTION
As you well know, friend HIVE, the facts narrated here are pure fiction created by the author in order to give body to an esoteric literary story. The main characters who have no name are imminently spiritual beings, who are in another dimension above the incarnated ones.
In this chapter we will narrate how forgiveness is a very important part of the ways of human beings. Enjoy another journey through this esoteric series... thanks...
Series, THE WATCHERS, Chapter-3 (The Farewell)
A lady accompanies her in all the ceremonies. The marriage was celebrated in the capital of the republic, but it was later when she would go to live in a village on the coast. Luck swarmed around her. The spirits of the relatives were very good generations, they gave her very good omens of happiness. With her, the fortune that money bestowed, drew a pleasant environment. We actually did the spiritual work with frank disdain, since it was totally normal and routine. It was just very simple custodial and protective work. She solved almost all her physical problems with the help of many incarnate people, lawyers, friends, uncles, grandparents... She had four sons as offspring. Three of them graduated with honors from the university in the capital, but one of them was stigmatized for never studying, but became the best mechanic in all those places. He later married and raised a family in a city 40 kilometers from where his mother lived. But this son's adolescence was only about repairing car engines, he became a mechanic by trade. He remained We were not the only ones to have to work at every stumbling block, but we worked to get him to find the right path.
The mechanical son, as a child, was marked in opportunity when sitting at the table ready to eat, the mother sent him to take the plate of food inviting him to sit away from all the siblings, and away from the main table. With this stigma, the cards of his future were dealt, he would be marginalized in all aspects of family life. All of us spirits shrugged our shoulders, and knew we had to protect him even more than everyone else in the family. Rightly or wrongly, the wife of that son, a mechanic by trade, was also marked for the family and all that discrimination was transferred to her as an inherited fate.
These events showed us exactly what we had to do only at the end of that lucky lady's life. Without discussion it was the only blemish in her exemplary life. We had third parties help the son set up a workshop to improve the family's livelihood. Without neglecting the details of the mechanic son, we did our own thing with the lady, allowing illnesses to make her change her mind about this son, but the illnesses did not help us at all. The lady ended up improving and with it her character, and after a family meeting where all mistakes were forgiven, she dismissed the wife of the mechanic son with a snub. Our work became extensive with the forgiveness of this lady. We used various tricks, such as illnesses on both sides, bankruptcies, the death of other siblings, many other incidents to reunite them and break with the manifest destiny of stigmatization, but the dark ones worked from a distance without being perceived, but with much certainty to achieve the adverse decisions of the lady.
The least we were able to achieve in her sixties was to get her to apologize to her son for the humiliations done as a child. In that opportunity we were able to win over the dark ones, but from that moment on she projected that rejection to the daughter-in-law. This led us to consummate a long-term strategy where the date of the lady's death was prolonged to the appropriate final minute.
The lady survived three possible heart attacks. She was saved from ovarian cancer, we interceded in the treatments so that she would live. We did the same with the mechanical son and his wife, we made them live until the last moment, nothing and no one who came to intercede spiritually for them was answered. The only thing that interested us was to prolong their lives until the definitive fact. So in this way, between the ups and downs of life, pains, burials, illnesses, we made the lady live until she was 80 years old.
The angels told us that this was the last exit station, the lady had to leave the incarnated dimension at that age. For this reason we were fine-tuning the details of her death, and among these scenes the presence of the wife of her son, the mechanic, would not be missing as a primordial factor.
The morning after her 80th birthday, we had a coronary disorder forcefully put her to bed. It was time to complete everyone's lives.
The caretaking duties were left in the hands of the daughter-in-law, at her home in the coastal town. She looked at her with resentment and tried to humiliate her at every turn, but the daughter-in-law would not let her do so, answering every rudeness with love. Her medical condition worsened and she had to be transferred to the city where her son lived. There she remained for three long months cared for by the daughter-in-law, between unpleasant cleanings of toilets and his incessant care with cream and ointments to keep her away from the eschar process.
Every day the lady prayed as if speaking to heaven, that God would grant her death so that she would stop suffering lying in that strange bed. We watched her. Until we decided to give the final blow, at the moment we felt that the lady's thoughts were softening with respect to her daughter-in-law. When we noticed the presence of some tears in her eyes, we were able to see that she was not suffering. and then asked for forgiveness from the daughter-in-law. They embraced and said goodbye without saying goodbye. All the facts were consummated in silence, all the doors of antagonism were closed.
For those who still do not understand, God's designs sometimes take time but they are fulfilled.