Por @latino.romano
El fotógrafo forense tomaba las últimas imágenes de la escena del crimen. Recuerdo que me llamó la atención el fuerte cerco de seguridad que se había puesto en la calle. Era evidente que Charles no deseaba que ningún curioso tuviera acceso al lugar, pero como muchas otras de sus acciones, esta parecía estar fracasando, porque una buena cantidad de personas comenzaba a agolparse en el sitio. Recuerdo que no se me ocurrió ningún comentario irónico cuando me baje del taxi y vi su rostro de fastidio, molestia y preocupación.
—Buenos días, sé que no es el mejor de los saludos dada la circunstancia actual, pero es una forma de cortesía arraigada en el intelecto colectivo de la comunidad, así que bueno, ya saben —dije al acercarme al cadáver.
Mi chiste le hizo poca gracia a Charles quien sin responder me hizo señas para hablar al privado.
—¿Qué pasa contigo? Hace dos horas te pedí que vinieras y decides hacerte el especial llegando tarde —me reclamó con tono firme.
—No mal interpretes mi tardanza asumiendo algún desinterés en tu respetable trabajo capitán Charles, tuve que parar en el café de Joe por un asunto importante —respondí con convicción.
—¡Asunto importante! ¿Qué asunto importante puede haber en el café de Joe?
—Pasé por tu desayuno, pastelillo de pavo y un café negro como tu humor de esta mañana —aclaré entregándole una bolsa con su comida.
—Rayos, me ganaste esta… y gracias amigo —respondió más calmado— Este caso apenas comienza y ya me tiene estresado, todo el departamento de policía está estresado.
—¿Por qué? Solo se trata de otro tiroteo. ¿Qué tiene este de especial?
—¿Cómo sabes que fue un tiroteo?
—Bueno, el cadáver está cubierto, pero las marcas de sangre en el suelo son propias de disparos, además aún no retiran los banderines de evidencias donde cayeron los casquillos.
—Ya veo, pero no te llamé por tus habilidades forenses. Quiero que veas algo antes de que sellen este caso como confidencial —dijo Charles con seriedad.
—¿Caso confidencial? ¿Quién es la victima Charles? ¿Un alto funcionario del gobierno?
—No puedo darte detalles, solo te mostraré algo.
Levantó un lado de la sábana que cubría al difunto, pero solo lo justo para enseñarme una marca en el pecho del sujeto, una cicatriz que dibujaba una figura, parecía que lo habían marcado con un hierro ardiente vario días antes.
—¿Sabes que es esto? —preguntó Charles.
Miré atentamente la marca y muchas ideas cruzaron por mi mente, la reconocí enseguida, pero honradamente no tenia una explicación sencilla para Charles. Pero advertí que el caso tendría un alcance y seriedad mucho mayor del que mi amigo el capitán temía.
—Ciertamente he visto esta marca antes Charles, en una de mis investigaciones —dije mirándolo fijamente.
—Tendrás que decirme lo que sepas sobre ella, podría ser clave en este caso de homicidio.
—¿Hay algún testigo del hecho? —pregunté.
—La mujer que habla con el sargento, dice que cruzaba la calle cuando oyó los disparos —me indicó Charles.
—Me sería conveniente interrogarla —dije interesado mirando con cuidado a la mujer que aún lloraba.
—No eres policía Montgomery, no puedo permitir eso —declaró Charles en tono firme.
—Estoy convencido que puedo orientarte mejor si puedo hablar con ella; solo serán unas pocas preguntas —prometí.
Charles titubeó ante mi solicitud. No deseaba que otros reporteros me vieran hablando con el testigo, pero él sabía por experiencia que era muy posible que yo descubriera algún detalle que él hubiera omitido.
—Bien, pero hazlo rápido, aunque ella ha sido de muy poca ayuda, apenas vio lo que pasó.
Nos acercamos a la mujer. Era de piel oscura, muy hermosa y vestida con ropa sencilla. Una trenza hecha con su propio cabello le servía de cintillo. Se notaba que llevaba varias horas llorando.
—Disculpe, mi amigo es el señor Montgomery, desea hacerle un par de preguntas si no le molesta.
La mujer me miró y asintió con la cabeza.
—¿Cuál es su nombre? —pregunté.
—Kerissa, Kerissa Nbewe.
—¿Conocía usted al fallecido?
—Jamás lo había visto antes. Yo cruzaba la calle diez cuando oí detonaciones. Me asusté y caminé hasta la esquina y fue cuando vi una camioneta negra alejarse y a ese hombre tirado en el suelo —relató la mujer.
—¿Usted llamó a la policía?
—Sí, yo lo hice.
—¿No vio a los atacantes?
—No, solo al vehículo, tal como ya dije.
—Puedo preguntarle ¿por qué llora?
La mujer se sorprendió por mi pregunta, igual Charles. Balbuceo un poco y entonces atinó a decir:
—Pues… por la impresión del crimen, supongo, no todos los días se presencia algo así —respondió alterada.
—Pero usted no presenció nada en realidad Karissa, solo oyó disparos, caminó hacia la esquina, miró un vehículo alejarse y un cuerpo en el suelo. Pero llora usted como si le hubieran matado a un familiar.
—¿Por qué me dice eso? Yo no sé nada sobre ese hombre —replicó la mujer llorando de nuevo.
Charles me tomó del brazo y me alejó de la testigo. Pensé que me daría otro de sus sermones policíacos, pero me sorprendió su actitud colaboradora.
—Esta mujer evidentemente es extranjera, debo tener mucho cuidado con esto, dime que llegarás a algo con tus preguntas —me dijo Charles en voz baja.
—La pulsera que lleva puesta es una artesanía Tsibirú, de una tribu africana de Malki, también el cintillo trenzado de su cabello, y aunque no me dejaste ver el rostro del occiso, asumo por la marca en su pecho que él también es de la misma tribu. Son tribus muy pequeñas que estoy investigando para un artículo, estoy bastante seguro de que es imposible que ella no conociera al muerto o que estén emparentados. Creo que también sabe quien lo mató, y por sus gestos, te puedo decir capitán Charles que esta mujer sabe más de lo que asegura haber visto.
—Tendré que llevarla a la estación entonces, allí la interrogaré con profundidad —aseguró Charles
—¿Te refieres a torturarla? No sabía que ustedes hicieran eso —le dije con algo de burla.
—No empieces Monty, no estoy de humor para tus malos chistes.
—Prueba el café que te traje, eso ayudará.
—¡Basta! Debo pensar en un pretexto para ponerla en custodia
—Eso déjamelo a mí —dije sacando un pañuelo de mi bolsillo.
Me acerqué de nuevo a la mujer, le ofrecí el pañuelo y me disculpé sinceramente con ella:
—Por favor, le suplico perdone mis modales de hace un momento, no era mi intención agraviarla de ninguna manera.
La mujer asintió de nuevo con la cabeza, visiblemente aliviada. Me alejé de ella un par de pasos y luego regrese para decirle: —Y Karissa, lamento mucho su perdida…
—Gracias, pobre Ninbwa, merembaren… —respondió ella dejando salir una lágrima. La expresión merembaren era una forma en que las tribus de Malki respondían aceptando el duelo, en especial cuando se trataba de pérdidas familiares. En ese momento, al verse descubierta, traicionada por sus sentimientos, comenzó alterarse de nuevo.
—Allí lo tienes Charles, apuesto que Ninbwa es el nombre del muerto a quien ella segura jamás haber visto antes.
—¡Puedo explicarlo todo, no es lo que parece! —exclamó la mujer.
—Lo explicará en la estación de policía, Karissa —sentenció Charles con media sonrisa.
Gheyzer J. Villegas (@latino.romano) es un escritor hispano de relatos y poemas, miembro del mundialmente reconocido grupo Freewrite House para quien escribe estos textos inéditos…
English version
The forensic photographer was taking the last images of the crime scene. I remember being struck by the heavy security fence that had been put up on the street. It was clear that Charles did not want any onlookers to have access to the site, but like many of his other actions, this one seemed to be failing, because a good number of people were starting to crowd the site. I remember that no ironic comment occurred to me when I got out of the taxi and saw his face of annoyance, discomfort and concern.
-Good morning, I know it's not the best of greetings given the present circumstances, but it's a form of courtesy rooted in the collective intellect of the community, so well, you know," I said as I approached the body.
My joke was not very funny to Charles who, without replying, motioned to me to speak privately.
-What's wrong with you? Two hours ago I asked you to come and you decided to make the special by being late," he demanded in a firm tone.
-Don't misunderstand my tardiness by assuming some disinterest in your respectable work, Captain Charles, I had to stop at Joe's café on important business," I replied with conviction.
-Important business! What important business could there be at Joe's café?
-I went to get your breakfast, turkey pie, and a black coffee like your mood this morning," I said, handing him a bag of his food.
-Damn, you beat me to it... and thanks, buddy," he replied more calmly. -This case is just beginning and it's already got me stressed out, the whole police department is stressed out.
-Why? -Why? It's just another shooting. What's so special about this one?
-How do you know it was a shooting? -I don't.
-Well, the body's covered, but the blood marks on the floor are consistent with gunfire, plus they haven't removed the evidence flags where the casings fell.
-I see, but I didn't call you here for your forensic skills. -I'm sorry. I want you to see something before they seal this case as confidential," said Charles seriously.
-Confidential case? -Who's the victim, Charles? A senior government official?
-I can't give you any details, I'll just show you something.
He lifted one side of the sheet that covered the deceased, but only just enough to show me a mark on the subject's chest, a scar that drew a figure, it seemed that he had been marked with a burning iron several days before.
-Do you know what this is? -asked Charles.
I looked carefully at the mark and many ideas crossed my mind, I recognized it at once, but honestly I had no simple explanation for Charles. But I warned that the case would be far more far-reaching and serious than my friend the captain feared.
-I have certainly seen this mark before, Charles, in one of my investigations," I said, looking at him.
-You'll have to tell me what you know about it, it could be key in this murder case.
-Are there any witnesses to this? -No. -I asked.
-The woman talking to the sergeant, she says she was crossing the street when she heard the shots -Charles pointed out to me.
-I'd be better off questioning her," I said, looking carefully at the woman who was still crying.
-You're not a policeman, Montgomery, I can't allow that," said Charles in a firm tone.
-I am sure I can guide you better if I can talk to her, it will only be a few questions,' I promised.
Charles hesitated at my request. I didn't want other reporters to see me talking to the witness, but he knew from experience that it was quite possible that I would discover some detail that he had left out.
-Okay, but do it quickly, although she has been of little help, she barely saw what happened.
We approached the woman. She was dark-skinned, very beautiful, and dressed in simple clothes. A braid made of her own hair served as a headband. You could tell she had been crying for several hours.
-Excuse me, my friend is Mr Montgomery, he wants to ask you a couple of questions if you don't mind.
The woman looked at me and nodded her head.
-What's her name? -I asked.
-Kerissa, Kerissa Nbewe.
-Did you know the deceased?
-I've never seen him before. I was crossing the 10th street when I heard explosions. I got scared and walked over to the corner and that's when I saw a black van driving away and this man lying on the ground," said the woman.
-You called the police?
-Yes, I did.
-Didn't you see the attackers?
-No, just the vehicle, just like I said.
-Can I ask you why you're crying?
The woman was surprised by my question, so was Charles. She babbled a bit and then she was right to say:
-"Well... from the impression of the crime, I suppose, it's not every day you see something like this," she replied, upset.
-But you didn't actually see anything, Karissa, you just heard shots, walked to the corner, watched a vehicle drive away and a body on the ground. But you cry as if a relative had been killed.
-Why are you telling me this? I don't know anything about that man," said the woman crying again.
Charles took my arm and pulled me away from the witness. I thought he would give me another one of his police sermons, but I was surprised by his cooperative attitude.
-This woman is obviously a foreigner, I must be very careful with this, tell me you'll get somewhere with your questions," said Charles in a low voice.
-The bracelet she is wearing is a Tsibiru craft, from an African tribe of Malki, also the braided headband of her hair, and although you did not let me see the face of the deceased, I assume from the mark on his chest that he too is from the same tribe. They are very small tribes that I'm researching for an article, I'm pretty sure it's impossible that she didn't know the dead man or that they're related. I think she also knows who killed him, and by her gestures, I can tell you Captain Charles that this woman knows more than she claims to have seen.
-I will have to take her to the station then, I will interrogate her deeply there," assured Charles
-You mean torture her? I didn't know you guys did that," I said with some mockery.
-Don't start, Monty. -I'm not in the mood for your bad jokes.
-Try the coffee I brought you, it'll help.
-Stop it! I must think of a pretext to put her in custody
-Leave that to me," I said, taking a handkerchief from my pocket.
I approached the woman again, offered her the handkerchief, and apologized sincerely to her:
-Please, I beg you to forgive my manners a moment ago, I did not mean to offend you in any way.
The woman nodded again, visibly relieved. I took a couple of steps away from her and then came back to tell her: "And Karissa, I am very sorry for your loss...
-Thank you, poor Ninbwa, merembaren..." she replied, letting out a tear. The expression merembaren was a way for Malki's tribes to respond by accepting a duel, especially when it came to family losses. At that moment, when she was discovered, betrayed by her feelings, she began to be upset again.
-There you have it, Charles. I bet Ninbwa is the name of the dead man she's sure she's never seen before.
-I can explain everything, it's not what it looks like! -exclaimed the woman.
-You will explain at the police station, Karissa," said Charles with a half smile.
Qué bueno. Eres uno de los mejores escritores de por estos lares. El relato está muy bien llevado. Tienes la facilidad de cambiar de géneros sin ningún problema. Este caso se muestra bastante complicado, ese componente ritual le imprime más dificultad al asunto. No la tienen nada fácil Montgomery y Charles. Esperemos a ver qué pasa... Felicitaciones. Abrazos.
Muchas gracias @irvinc es un proyecto que lleva tiempo desarrollarlo, pero comentarios gentiles como el tuyo animan a seguir mejorando, lo aprecio mucho, saludos.
Damn good start to a murder mystery or something! Great character evolvement!
Gracias amigo... veremos que ocurrirá con los personajes...