Saludos, mi participación de esta semana.
Todo cambia.
Zumbaba en el horizonte el triste rugir del león. Una lúgubre canción de tonadas grises y azules, esperanza que como carbón encendido se consume y va helando sin remedio al corazón ansioso. Las ideas son como las flores en el campo. Todas frescas y hermosas hasta que su temporada termine. Después son solo manojo de hierba seca que no adornan ni arrojan aroma.
La sequía es fugaz, pero arrasadora. Es arrasadora la sequía, pero fugaz. Lo mismo ocurre al hielo que se yergue como gigante en la montaña. Ante el calor del sol no tiene argumentos que lo sostengan. lo mismo que lágrimas cuando por las Será laderas desfile chorreada su arrogancia. La paciencia, sin embargo, es como la luna que nunca se acaba. Hasta de día se le ve sonreír, más aún de noche antes de ir a la cama.
No es la espina lo que duele, es la constancia con la que ataca. Más al final del tallo cruel hay caricias suaves para el alma. La naturaleza de la rosa que todos admiran y todos claman. La gloria de la hermosura que al pasar unos días se marcha. Ideas que susurran campeones que con el viento se esparcen… y cambian.