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Always check your old silver coins, you may have a treasure.
Silver coin
At the outbreak of World War II, John Jones left the cotton fields to go fight for the freedom of the world.... His battle unit was assigned to the Messina region of Italy. There young JJ, as he was known in his native Mississippi, now had a new nickname: a Negro in Italy. During the years of the conflict he demonstrated in countless battles his courage, his bravery and above all his determination to defend his brothers in arms... For old John Jones the war was a subject he did not like to talk about..... He only repeated to his children and grandchildren that in a battle action, the army did not recognize his bravery giving him the respective promotions and recognitions; only an old sergeant approached him and in gratitude told him: soldier Jones I am not going to give you a medal, but something more precious, I am going to give you my good luck coin, keep it and when you die leave it to your children.
For more than 40 years JJ carried in his pocket an old silver coin, worn by the weight of the years, every time there was a difficult economic situation or something that would affect his work and therefore the welfare of his family, he clung to that old coin and with blind faith he rubbed it hoping that the silver dollar would open the way. In several moments of personal or company economic crisis he was tempted to enter the famous pawnshop in the neighborhood to obtain a few bills to support his family or to save his small business; however, the faith and the strong memory of that moment of Gloria's past prevented him from falling into the hands of greedy moneylenders.
Almost a decade has passed since the death of this great patriarch of the Jones family, one fine day his grandchildren decided to clean the attic to make an additional room... among boxes, dust and old memories they found the famous silver coin, of good luck.
Neither John's children nor his grandchildren had been brought up believing in fortune, charts or astrological predictions, for them only hard work without complaint was what guaranteed the family's well-being. So they met to discuss what to do with the silver coin they had just found... after long opinions and debates, Williams Jones, the youngest of the grandchildren and student of a prestigious university said: “The first thing to do in these cases is to evaluate this coin; because besides being silver it has an old date, it may have some value beyond that of the peso in silver that the lender wants to pay us. No one wanted to take time out of their busy schedules to look for a place to do the appraisal. The young Williams, offered himself in a moment that he did not have classes to make the managements so he found by Internet an address of a house specialized in this type of appraisals, at all risk and without thinking about the value of what he had in hands he decided to send the coin for its respective certification. A small mail said: Mr. William we have received your order and within 15 days you will have our answer with the respective value, it was not a very convincing letter but in the end it was an old silver coin it would not have any value.
Just 15 days later the letter carrier blew his usual whistle and left a small box in the mailbox.
William waited until Saturday, at the respective meeting of the whole family and sitting at the table with a pizza in his hand he told them: I have the answer from the appraisal company of the silver coin so let's take the opportunity to get out of doubts?
William was surprised to see that the coin now came in a sealed glass box, with a label on top and accompanied by an important letter. As he slowly read the letter his face transformed, his eyes bugged out until a thunderous cry of “wow, this can't be! this is incredible!... you won't believe it... see for yourselves, grandfather did have a good luck coin!
The letter said:
Dear Mr. William Jones, it is an honor for this appraisal house to have such an important jewel of American history. It has been a real pleasure to appraise and value a silver coin of this character and whose market price will reach extraordinarily high figures.
We do not dare to give a number because we may fall short of what collectors in a good auction can get to cancel only we can add that the last time one of these was sold exceeded its price was around 10 million dollars.
Congratulations to all of you who own a 1794 silver dollar known as the “FlowingHair ”.
Grandpa John Jones had received something more important than a medal, a great award for his courage and a great inheritance, and what a coincidence to celebrate the discovery with pizza and Italian wines.
Translated with DeepL.com (free version)
Moneda de plata
Al inicio de la segunda guerra mundial, John Jones dejó los campos de algodón para irse a luchar por la libertad del mundo... Su unidad de batalla fue asignada a la región de Messina, Italia. Allá el joven JJ, como era conocido en su natal Mississippi ahora tenía nuevo remoquete: un negro en Italia. Durante los años del conflicto el demostró en innumerables batallas su arrojo, su valentía y sobre todo su decisión por defender a sus hermanos de arma… Para el viejo John Jones la guerra era un tema que no le gustaba hablar.... Solo repetía a sus hijos y a sus nietos que en una acción de batalla, el ejército no reconoció su valentía dándole los ascensos y reconocimientos respectivos; solo un viejo sargento se acercó y en agradecimiento le dijo: soldado Jones le voy a hacer entrega no de una medalla, sino de algo más preciado, ¡te voy a dar mi moneda de la buena suerte consérvela siempre y cuando mueras déjasela a sus hijos.
Durante más de 40 años JJ cargaba en su bolsillo una vieja moneda de plata, desgastada por el peso de los años, cada vez que había una situación económica difícil o algo que afectará su trabajo por ende el bienestar de su familia se aferraba a aquella vieja moneda y con fe ciega frotaba esperando que el dólar de plata le abriera los caminos. En varios momento de crisis económica personal o de la empresa estuvo tentado a entrar a la famosa casa de empeño que quedaba en el barrio para obtener unos cuantos billetes para llevar el sustento a su familia o para salvar su pequeño negocio; sin embargo la fe y el fuerte recuerdo de aquel momento de Gloria pasado le evitaba caer en las manos de los avaros prestamistas.
Han transcurrido ya casi una década del fallecimiento de este gran patriarca de la familia Jones, un buen día sus nietos decidieron limpiar el ático para hacer una habitación adicional… entre cajas, polvo y viejos recuerdos encontraron la famosa moneda de plata, de la buena suerte.
Ni los hijos ni los nietos de John habían sido educados creyendo en la fortuna, ni en las cartas, ni en predicciones astrológicas, para ellos solo el trabajo duro y sin queja era lo que garantizaba el bienestar de la familia. Así que se reunieron para discutir qué hacer con la moneda de plata que acababan de reencontrar… tras largas opiniones y debates, Williams Jones el más joven de los nietos y estudiante de una prestigiosa universidad dijo: Lo que hay que hacer en estos casos primeramente es llevar a evaluar esta moneda; porque además de ser de plata tiene una fecha antigua puede ser que tenga algún valor más allá de la del peso en plata que nos quiere pagar prestamista. Nadie quiso sacar tiempo de sus apretadas agendas para buscar dónde hacer el avalúo. El joven Williams, se ofreció en un momento que no tuviera clases hacer las gestiones así encontró por internet una dirección de una casa especializada en este tipo de avalúos, a todo riesgo y sin pensar en el valor de lo que tenía en manos decidió enviar la moneda para su respectiva certificación. Un pequeño correo le decía: Señor William hemos recibido su encomienda y dentro de 15 días tendrá nuestra respuesta con el valor respectivo, no fue una carta muy convincente pero en fin era una vieja moneda de plata no tendría ningún valor.
Justo a los 15 días el cartero sonó su acostumbrado silbato y dejó una pequeña caja en el buzón
William esperó hasta el sábado, en respectiva reunión de toda la familia y sentados en la mesa con una pizza en la mano les dijo: Tengo la respuesta de la empresa tasadora de la moneda de plata así que vamos a aprovechar para salir de dudas…
William sorprendido vio que la moneda venía ahora en una caja de vidrio sellada, con una etiqueta arriba y acompañada de una importante carta. Mientras leía lentamente su cara se transformaba, sus ojos desorbitaba hasta que de su voz salió un estruendoso grito de wow ¡No puede ser! ¡Esto es increíble!... no lo van a creer… vean ustedes mismos el abuelo si tenía una moneda de la buena suerte,
La carta decía:
Estimado, señor William Jones es un honor para esta casa tasadora tener tan importante joya de la historia norteamericana. Ha sido un verdadero placer Tasar y valuar una moneda de plata de esta caracteristicas y cuyo precio en el mercado alcanzará cifras extraordinariamente elevadas.
No nos atrevemos a dar un número porque podemos quedar corto de lo que los coleccionistas en una buena subasta puedan llegar a cancelar solo podemos agregar que la última vez que se vendió una de estas superó su precio estuvo alrededor de los 10 millones de dólares.
Muchísimas felicidades son ustedes poseedores de un dólar de plata de 1794 conocido como el “FlowingHair”
Todos gritaban, brincaban de felicidad.. el abuelo Jonh Jones había recibido algo más importante que una medalla un gran premio a su valor y una gran herencia y vaya qué casualidad celebrar el descubrimiento con pizza y vinos italianos.
Esta es mi particpación en el reto de escritura diario de @freewritehouse y de @mariannewest para más información Visita