Promesas.

in Freewriters5 months ago

Saludos amigos de Freewriters. Por acá les dejo mi participación en el concurso de esta comunidad llamado: Cuéntame una historia. La verdad esas palabras que dieron como anzuelo resonaron en mi cabeza y me dieron esta idea que aquí les comparto. Espero que sea de su completo agrado.

Imagen de Gisela Merkuur en Pixabay

Promesas

—Para mí, aquella navidad fue la más tristes de todas, a pesar de que, esa mañana si conseguimos qué desayunar, pues, el viejo Frank nos convidó unos huevos revueltos —dijo, bajando su mochila de la espalda—. Estuvimos jugando por estas calles durante mucho tiempo; yo descalzo y él repleto de garrapatas. La ciudad olía a dulce, a pan de canela y los autos recorrían las avenidas, cargados de árboles y regalos. Todos parecía felices. El mundo entero repetía los clichés decembrinos copiados de la televisión.

Guardó un silencio largo. Sobre nuestras cabezas, el enorme monumento de piedra se alzaba y nos guarecía del aguacero. A un costado, el río rugía con furia. Del otro lado, un grupo de niños chapoteaban los charcos cubiertos con sus impermeables chillones y sus botas de hule.

—Diablo también gustaba de saltar en charcos —dijo, señalando hacia la otra orilla—… Mientras los otros niños estrenaban ropas nuevas y tomaban chocolate con malvaviscos, nosotros sorteábamos las enfermedades del mundo y dormíamos arropados por cajas de cartón... —De nuevo hizo silencio. Vi sus ojos llenarse de lágrimas.

—No fue tu culpa —le dije apretando su hombro. Me miró de soslayo y sonrió.

—Ya no estoy tan seguro —respondió y se agachó para sacar los instrumentos de la mochila.

Cavamos por un rato hasta que nos topamos con lo que él llamó su tesoro. No había oro, solo una vieja bolsa de correo. De allí solo sacó una caja de madera casi desecha, le sacudió el polvo y la besó.

—¡Hola viejo amigo! —susurró—. Vine para llevarte a casa.

Cuando levantó el rostro, sus ojos habían recuperado el brillo. Aunque el frío era intenso y nos perforaba la piel como agujas o dientes, el calor de aquella mirada me calentó la vida.


Anímense!!!!
@sacra97
@vezo
@wlin
@josemalavem
@vickaboleyn

Sort:  

Saludos, gracias por la invitación. Es una lectura muy emotiva y me hace sentir pesar por todos aquellos niños que la mismas andaran, al igual que entender que lo que para alguien puede significar basura y sin nada de valor, para otro puede significar un tesoro. Buen escrito @rtraviezo

Si. Tienes razón. La vida en la calle tiene duros escenarios y trsitezas... Muchas gracias por comentar. Espero que te unas al concurso. Saludos

Si amigo, tuve algo de tiempo para escribir una historia y unirme al concurso. Saludos igual

Gracias por la invitación @rtraviezo 🤗. Excelente relato y muy sentido, reflejas una realidad muy triste que viven muchos niños de la calle, condenados a admirar de lejos lo que deberían tener: necesidades básicas cubiertas, familia, amigos, felicidad, juegos... vivir su niñez de manera normal y no pasando hambre y frío en las calles. Saludos.

El mundo afuera es hostil incluso para los adultos, qué decir para un pequeño... Y, sí , es como dices: una realidad que muchos niños latinoamericanos y del mundo padecen. Saludos. Espero te animes a participar

¡Hola, @rtraviezo ! Muchísimas gracias por la invitación. Me encantó tu relato; refleja mucho todas las peripecias que pasan las personas en situación de calle, especialmente los niños. Una realidad dura, en donde la supervivencia es la prioridad número uno en la vida.

Espero alcanzar a participar en esta edición, o si no en la siguiente. ¡Saludos, mi estimado, y que tengas un bonito día!

Me quede intrigado con lo de la caja.

En la caja estaba Diablo, su perro. Lo había enterrado allí, y volvió para llevarlo a su actual casa, pasados ya muchos años.

Ok entendido, gracias, trizte pero conmovedora.