Este relato está inspirado en la iniciativa "continúa la historia" de @freewritehouse del 22 de octubre de 2024, la cual no pude publicar en su momento, hoy lo dejo para su lectura y consideración. Espero que la disfruten.
Peripecias de la vida
Se dejó guiar hasta el final del sendero, no opuso resistencia ni pronunció queja ninguna. Cuando finalmente vio el árbol lleno de frutos…
El golpe le dejó sin aire, luego vinieron las náuseas, sintió que se desmayaba, el tipo alto lo levantó, sosteniéndolo por la camisa.
—¿Ya recordaste? —Le dijo el moreno mal encarado.
El movió la cabeza diciendo que sí. Los dos hombres rieron de buena gana.
—Vaya, ¡qué poco aguante amigo! ni siquiera te diste chance de probar mis puños. ¡JaJajaja! Dale un poco de agua para que empiece a hablar.
El hombre alto, tomó un cubo de agua y se lo echó encima. El agua fría lo estremeció.
—¿Cómo te llamas?
—¡Randy!
—Ok. Randy, lo primero que tienes que decir es dónde está el paquete, iremos por el y después por tu amigo.
Aquel día, Joe y yo jugábamos cartas en el parque, cuando vimos el carro que se detuvo a lo lejos, un hombre se bajó y vino dónde estábamos, traía un paquete.
Nos dimos cuenta que estaba herido... ni siquiera, pudo hablar, solo cayó sobre nosotros.
Todo fue igual como el juego de hacernos el muerto cuando éramos niños. Pero está vez, era de verdad, salimos corriendo, como si hubiéramos visto al diablo.
Cuando llegamos a casa, me di cuenta que Joe traía el paquete.
—¡Vamos a ver qué es esto! —dijo Joe.
—¡Y si es algo malo!
—Pues lo tiramos a la basura.
—Está bien, ¡ábrelo!
Así lo hizo, y los ojos se nos pusieron grandotes cuando vimos aquello, eran monedas de oro. Los dos nos asustamos, pero Joe reaccionando rápido, me dijo:
—Oye, esto no podemos tenerlo con nosotros, lo esconderemos y por un tiempo lo olvidamos.
—¿Por cuánto tiempo Joe?
—El que sea necesario.
Así lo hicimos, conocíamos un lugar solitario, algo boscoso y perdido, fuera de la ciudad. Cuando vimos el árbol yo le dije:
— Aquí Joe, ese árbol es único y siempre tiene frutos, aunque nadie los come.
—Está bien Randy, este es el plan...
El hombre grande le dio un empujón y lo sacó de la camioneta. Randy rodo por suelo.
—No seas tan malo Freddy, necesitamos que nos lleve al sitio, te imaginas si se nos muere.
—Esperemos que todo esto sea verdad, jefe.
—Yo le creo, Freddy. ¡Vamos, levántalo! y que nos guíe, al fin y al cabo, esos dos, nos hicieron un favor.
—¡JaJajaja! —ambos rieron.
Aquel día llegamos cansados a la casa, pero con la seguridad de haber hecho un buen trabajo. Joe me dijo que era mejor separarnos por un tiempo.
— Tu, Randy te vas con tu familia al campo y yo iré a la capital, tengo una chamba lista. Eso sí, nada de llamadas telefónicas, es mejor evitar sorpresas.
Así, lo hicimos.
—Sabes una cosa Randy, —le dijo el jefe, —soy buen rastreador, tardamos un poco, pero, lo conseguimos. Lo más difícil fue dar con los ojos que vieron lo que pasó aquella tarde, ese parque es bastante concurrido, pero teníamos el tiempo de sobra. Somos seres nocturnos y allí hay muchos iguales, era cuestión de tiempo. Había mucho dinero en juego para estar apurados.
Por la boca cae el pez, solo hay que lanzar el anzuelo en el charco correcto y en medio de cuentos y parranda, ese pez cayó y habló.
Ya son tres años y dos meses, el tiempo pasa rápido. Esa mujer, dormía en ese parque cuando oyó el frenazo de un carro, vio al hombre que salió del carro y corrió hacia el banco, dónde dos jóvenes jugaban. Con cuánto detalle relataba el cuento, era toda una artista de la palabra. Aquella historia era música para nuestros oídos. Sí, es cierto, ustedes desaparecieron, algunos conocidos dijeron que tenían tiempo sin verlos.
Le dije a Freddy, no te desesperes, antes no sabíamos nada, ahora sabemos mucho.
Randy no hablaba, solo caminaba y buscaba el camino que tanto había recorrido con Joe, esto ha cambiado mucho, pensaba. En tres años, había montones de árboles y arbustos que habían borrado los caminos. Trataba de estar tranquilo.
—¡Randy! Te conviene llevarnos al sitio, sería una lástima romperte parte del esqueleto, —le dijo Freddy.
—Cálmate Freddy, no te das cuenta, en tres años la naturaleza ha hecho cambios, ¿no es así Randy?
—Así es, hay muchas cosas diferentes, ya ni siquiera sé si vamos por el camino correcto, pero hay un árbol, uno muy curioso, sí lo veo, ahí es el lugar.
—No volviste a comunicarte con tu amigo, ¿cómo es qué se llama Freddy?
—Creo que se llama Joel.
—Ustedes de verdad son un par muy raro. Dime Randy ¿Cómo sabes que el no vino y te dejo con los crespos hechos?
—Él no es de esos...
—¡JaJajaja! —Freddy rio de buena gana, —sería una buena jugada, yo lo habría hecho, estaría viviendo en una isla paradisíaca, jugando a la ruleta y con una chica a mi lado.
Randy, solo lo miró y siguió caminando.
—Me acuerdo de ese árbol, pasamos por aquí...
—¡Freddy, dale agua para que recuerde mejor!
—Claro jefe, ¡no quiere que le dé desayuno! Lo que quiero es oler el oro.
—Dije que te calmaras, solo obedece. —dijo el jefe y Freddy le dio el agua.
—¡Es por aquí! Al final de este sendero está el árbol que les comenté. —dijo Randy.
—Te lo dije Freddy, no seas tan violento con el muchacho... al fin y al cabo estamos respirando aire puro. Ya habrá tiempo de divertirse.
—¡JaJajaja! —Los dos rieron de buena gana.
Randy se detuvo, y miraba a todos lados, tratando de ubicarse o buscando alguna salida de aquel problema.
—Es por aquí, estoy seguro, lo que pasa es que el camino fue borrado por la maleza y las hojas secas.
—Okey Randy, no estamos apurados, tómate tu tiempo.
Randy trataba de buscar las marcas dejadas, apartaba las hojas secas poco a poco, se detuvo y giró su cuerpo, luego señaló otro sendero.
—¡Es por ahí! ¡Vamos! —dijo Randy
Allí lo vio, el árbol cubierto de frutos, escondido como un guardián solitario. Sonrió.
—Está ahí abajo, al lado de ese árbol seco.
—Ya te lo decía Freddy, el hombre tiene buen olfato. Ahora viene la parte bonita, ¡dale el pico! —ordenó el jefe.
Randy dio un pequeño giro y con seguridad les dijo:
—¡Es aquí!
Freddy le lanzo el pico y después sacó una pistola para sentirse seguro.
—¡Tranquilo Freddy, déjalo hacer su trabajo!
—No quiero sorpresas, —dijo Freddy.
Randy limpió las hojas acumuladas, las iba colocando a un lado, para comenzar a picar el terreno.
Los dos hombres se miraban sonrientes, mientras Randy cavaba en el terreno.
—¡Aquí está! Joe no me engañó
—Pues ahora súbela, —dijo el jefe.
—Si, a eso voy.
Randy sacó la caja y la puso en lo alto. Freddy se frotaba las manos.
—Ya pueden venir y revisarla, les dijo Randy.
—¡JaJajaja! claro, amigo Randy, —dijo Freddy, —vamos jefe, usted primero, tú, aléjate un poco, no vayas a dártela de listo.
Cuando los dos avanzaron con cierta prisa, de repente, antes de llegar a la caja, se hundieron en medio de un grito. Luego todo fue silencio. Randy sonrió y Joe, que estaba escondido en unos matorrales, salió y abrazó a su amigo.
—¡Gracias Joe! tu idea fue genial.
—Tenía miedo de que te equivocaras, —dijo Joe.
—Solo conté los pasos, como me dijiste.
—¡Vamos, es hora de salir de este lugar!
This story was inspired by the initiative continues @freewritehouse's story of 22 October 2024, which I was unable to publish at the time, today I leave it for your reading and consideration. I hope you enjoy it.
Life's vicissitudes
He let himself be guided to the end of the path, made no resistance and uttered no complaints. When he finally saw the tree full of fruit....
The blow knocked the wind out of him, then came the nausea, he felt faint, the tall guy lifted him up, holding him by the shirt.
-Did you remember? The dark-haired man said grumpily.
He shook his head yes. The two men laughed heartily.
-Wow, you didn't even get a chance to taste my fists. hahahaha! Give him some water so he can start talking.
The tall man took a bucket of water and poured it on him. The cold water made him shiver.
-What is your name?
-Randy!
-Okay, Randy, the first thing you have to say is where the package is, we'll get it, and then we'll get your friend.
That day, Joe and I were playing cards in the park, when we saw the car stopped in the distance, a man got out and came to where we were, he was carrying a package.
We realised he was hurt... he couldn't even speak, he just fell on top of us.
Everything was just like the game of playing dead when we were kids. But this time, it was for real, we ran away, as if we had seen the devil.
When we got home, I noticed Joe was carrying the package.
-Let's see what this is! -Joe said.
-And if it's something bad!
-Then we'll throw it in the rubbish.
-All right, open it!
So he did, and our eyes got big when we saw that, it was gold coins. We were both scared, but Joe, reacting quickly, said to me:
-Hey, we can't keep this with us, we'll hide it and for a while we'll forget about it.
-For how long, Joe?
-As long as it takes.
So we did, we knew a lonely place, a bit wooded and lost, outside the city. When we saw the tree I said to him:
-Here Joe, that tree is unique and always has fruit, even though no one eats it.
-All right Randy, here's the plan...
The big man gave him a shove and pulled him out of the truck. Randy rolled on the ground.
-Don't be so mean Freddy, we need him to take us to the site, can you imagine if he dies on us.
-Let's hope it's all true, boss.
-I believe him Freddy, come on, pick him up! and let him lead us, after all, those two, they did us a favour.
-Hahahaha! -they both laughed.
That day we arrived at the house tired, but confident that we had done a good job. Joe told me that it was better to separate for a while.
-You, Randy, go with your family to the country and I'll go to the capital, I have a job ready. Just no phone calls, it's better to avoid surprises.
So, we did it.
-You know something Randy,’ said the boss, ’I'm a good tracker, it took us a while, but we did it. The hardest thing was to find the eyes that saw what happened that afternoon, that park is quite crowded, but we had plenty of time. We are nocturnal beings and there are many of the same, it was just a matter of time. There was too much money at stake to be in a hurry.
The fish falls through the mouth, you just have to throw the hook into the right puddle and in the midst of stories and revelry, that fish fell and spoke.
It's been three years and two months, time passes quickly. That woman was sleeping in that park when she heard the braking of a car, saw the man who got out of the car and ran towards the bench, where two youngsters were playing. She told the story in such detail, she was an artist with words. That story was music to our ears. Yes, it's true, you disappeared, some acquaintances said they hadn't seen you for a long time.
I said to Freddy, don't despair, before we knew nothing, now we know a lot.
Randy didn't talk, he just walked and searched the road he had walked so much with Joe, this has changed a lot, he thought. In three years, there were lots of trees and bushes that had erased the paths. I tried to be quiet.
-Randy! You'd better take us to the site, it would be a shame to break part of your skeleton,’ Freddy told him.
-Calm down Freddy, you don't realize, in three years’ nature has made changes, hasn't it Randy?
-That's right, there are a lot of different things, I don't even know if we are on the right track anymore, but there is a tree, a very curious one, yes I see it, that's the place.
-You didn't get back in touch with your friend, what's his name Freddy?
-I think his name is Joel.
-You guys really are an odd pair. Tell me Randy, how do you know he didn't come and leave you high and dry?
-He's not one of those...
-Hahahaha! -Freddy laughed heartily, ‘It would have been a good move, I would have done it, I'd be living on an island paradise, playing roulette and with a girl by my side.
Randy just looked at him and kept walking.
-I remember that tree, we passed by here...
-Freddy, give him some water so he'll remember better!
-Sure boss, he doesn't want me to give him breakfast! What I want is to smell the gold.
-I said calm down, just obey! -Said the boss and Freddy gave him the water.
-It's this way! At the end of this path is the tree I told you about. -said Randy.
-I told you Freddy, don't be so violent with the boy... after all, we are breathing fresh air. There will be time to have some fun.
-Ha ha ha ha! -They both laughed heartily.
Randy stopped, and looked around, trying to find his way or looking for a way out of the problem.
-It's this way, I'm sure, it's just that the path was erased by the weeds and dry leaves.
-Okay Randy, we're not in a hurry, take your time.
Randy tried to look for the marks left behind, he moved the dry leaves little by little, he stopped and turned his body, then he pointed to another path.
-It's that way! Come on! -said Randy.
There he saw it, the tree covered with fruit, hiding like a lonely guardian. He smiled.
-It's down there, next to that dry tree.
-I told you Freddy, the man's got a good nose. Now comes the beauty part, give him the beak! -commanded the boss.
Randy spun around a little and confidently told them:
-This is it!
Freddy threw him the pickaxe and then pulled out a gun to feel safe.
-Easy Freddy, let him do his job!
-I don't want any surprises,’ Freddy said.
Randy cleaned up the accumulated leaves, put them aside, and began to chop the ground.
The two men looked at each other with smiles on their faces as Randy dug into the ground.
-Here it is! Joe didn't fool me!
-Now bring it up,’ said the boss.
-Yeah, that's what I'm going for.
Randy pulled the box out and put it on top. Freddy rubbed his hands together.
-You can come and check it out now,’ Randy said.
-Ha ha ha ha! Sure thing, Randy buddy,’ said Freddy, ’come on boss, you go first, you, back off a little, don't get smart.
As the two advanced with some haste, suddenly, before they reached the box, they collapsed amidst a scream. Then all was silence. Randy smiled and Joe, who was hiding in some bushes, came out and hugged his friend.
-Thanks Joe! Your idea was great.
-I was afraid you were wrong,’ Joe said.
-I just counted the steps, like you told me to.
-Come on, it's time to get out of this place!
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