Amigos de la #freewriterhouse, el post de este momento va con atraso, fue escrito para la iniciativa " Continua... la historia 2 de abril de 2022" pero, por razones que no voy a explicar, no pude publicar en su momento, aunque ya lo tenía escrito, por eso aquí se los dejo, para que puedan disfrutar su lectura.
Una desición fatal
Comprendió que había cometido un error, esperaba que su compañero lo entendiera, pero cuando comenzaron las amenazas las cosas tomaron otro rumbo.
—¡No debiste dejar que esos tipos se escondieran aquí! Ahora quieren controlar lo que hacemos y eso no lo voy a tolerar.
—Tienes que calmarte, esos tipos amenazaron con dañar a mi familia.
—Pero, ¿Por qué los dejaste entrar?
—Son hijos de mi compadre Eustaquio, le debo muchos favores al viejo, no sabía que tan peligrosos eran.
—Ahora traen viejas para divertirse, voy a subir de nuevo y les diré que tienen que irse.
—Ten cuidado... Aunque no deberías ir.
El no quiso escuchar más y se fue arriba, tantos años de trabajar sin problemas y ahora, porque el viejo Eustaquio le pidió ese favor, no pudo negarse, era verdad lo que decía su compañero, él no sabía a qué se dedicaban esos muchachos, solo los veía ahí en el barrio, jugando pelota en la calle y que se reunían a bailar por las noches.
Se metieron en problemas por pasarse de copas, eso le dijo el vecino, nadie los va buscar en ese faro, solo unos días, hasta que busquen un lugar seguro.
Oía sus discusiones todos los días y por las noches eran las fiestas; su compañero tampoco dormía con tranquilidad, él quería descansar hasta que le tocara su turno, pero los gritos subieron de tono, así que no lo pensó mucho, agarró el rifle, lo cargó y subió a toda prisa y sin hacer mucho ruido, cuando llegó vio que el muchacho apuntaba con una pistola a su compañero y el otro le decía que lo lanzará al acantilado.
—Ya me cansé de este tipo, hermano, mejor los despachamos a los dos.
Cuando volteo vio que el farolero estaba allí, pero no tuvo tiempo de reaccionar porque el disparo le desgarró el hombro, su compañero aprovecho y lo empujó, el otro quedó paralizado al ver a su amigo volar hacia el acantilado.
—¡No dispares! yo me voy.
—¡Sí, claro que te vas!,— diciendo esto, volvió a disparar.
Se sentaron, los dos compañeros miraron como las olas golpeaban sobre las rocas con mucha fuerza.
—¿Ahora qué vamos a hacer?
—Vamos a descansar, ya no habrá más fiestas y será mejor encender la luz del faro, alguien puede necesitarla.
Friends of the #freewriterhouse, this post is late, it was written for the initiative "Continua... la historia 2 de abril de 2022" but, for reasons that I won't explain, I couldn't publish it at the time, although I already had it written, so here it is, so you can enjoy reading it.
A fateful decision
He realised he had made a mistake, he hoped his companion would understand, but when the threats began, things took a different turn.
—You shouldn't have let those guys hide here! Now they want to control what we do and I won't tolerate that.
—You need to calm down, those guys threatened to harm my family.
—But why did you let them in?
—They're my compadre Eustaquio's sons, I owe a lot of favours to the old man, I didn't know how dangerous they were.
—Now they're bringing old women to have fun, I'll go up again and tell them they have to leave.
—Be careful... You shouldn't go, though.
He didn't want to listen anymore and went upstairs, so many years of working without problems and now, because old Eustaquio asked him that favour, he couldn't refuse, it was true what his partner said, he didn't know what those boys did, he only saw them there in the neighbourhood, playing ball in the street and that they met to dance at night.
They got into trouble for drinking too much, that's what the neighbour told him, nobody is going to look for them in that lighthouse, just for a few days, until they find a safe place.
He heard their arguments every day and at night there were parties; his partner didn't sleep peacefully either, he wanted to rest until it was his turn, but the shouting got louder, so he didn't think much about it, he grabbed his rifle, loaded it and hurried upstairs without making much noise when he arrived he saw that the boy was pointing a gun at his partner and the other one was telling him to throw him over the cliff.
—I've had enough of this guy, brother, we'd better send them both away.
When he turned around, he saw that the lamplighter was there, but he didn't have time to react because the shot tore his shoulder, his partner took advantage and pushed him, the other one was paralysed when he saw his friend flying towards the cliff.
—Don't shoot! I'm getting out of here.
—Yes, of course, you're going, —saying this, he fired again.
They sat down, the two companions watched as the waves hit the rocks with great force.
—What are we going to do now?
—Let's rest, there won't be any more parties and we'd better turn on the lighthouse light, someone may need it.
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