En la inmensidad del universo vacío,
donde los silencios se entrelazan,
danzando en la eternidad sin cansancio,
se oculta la plenitud que todos anhelan.
En medio de la nada, en lo más profundo,
se esconde la calma que todos buscamos,
como una joya preciosa en lo secundario,
como un tesoro perdido en lo olvidado.
La plenitud se abre paso entre las sombras,
iluminando los rincones más oscuros,
llenando de luz cada espacio y cada rincón,
como un faro en medio de la tormenta.
La plenitud vacía, paradoja del alma,
donde el vacío se convierte en plenitud,
donde la ausencia se transforma en abundancia,
donde lo vacío se llena de infinitud.
En la quietud del silencio se encuentra la verdad,
en la paz de la soledad se halla la libertad,
en la vacuidad del ser se descubre la plenitud,
en el vacío absoluto se alcanza la plenitud vacía.
La plenitud vacía, concepto incomprensible,
que desafía la lógica y la razón,
que despierta interrogantes sin respuesta,
que invita a sumergirse en lo desconocido.
En el vacío se encuentra la esencia pura,
el origen de todo lo que existe,
la fuente de toda creación,
la semilla de la plenitud vacía.
En la nada se gesta el todo,
en la ausencia se encuentra la presencia,
en el vacío absoluto se revela la plenitud,
en la vacuidad del ser se manifiesta la plenitud vacía.
La plenitud vacía, misterio sin fin,
que invita a explorar lo inexplorado,
que despierta la curiosidad y la creatividad,
que abre las puertas a lo infinito.
En la plenitud vacía se encuentra la esencia del ser,
la raíz de la existencia, el origen de todo,
la fuente de la vida, la semilla de la creación,
la expresión máxima de la realidad.
En medio de la plenitud vacía se abre un abismo de posibilidades,
un océano de oportunidades, un universo de potencialidades,
que invita a soñar, a imaginar, a crear,
que desafía los límites de la mente y del corazón.
En la plenitud vacía se encuentra la plenitud misma,
en el vacío se descubre la abundancia,
en la ausencia se halla la plenitud,
en la vacuidad se manifiesta la plenitud vacía.
Ingles
In the immensity of the empty universe,
where silences intertwine,
dancing in eternity without fatigue,
the plenitude that everyone longs for is hidden.
In the middle of nowhere, in the deepest part,
hides the calm that we all seek,
like a precious jewel in the secondary,
like a treasure lost in the forgotten.
The plenitude makes its way through the shadows,
illuminating the darkest corners,
filling every space and every corner with light,
like a lighthouse in the middle of the storm.
The empty plenitude, paradox of the soul,
where emptiness becomes fullness,
where absence turns into abundance,
where emptiness is filled with infinity.
In the stillness of silence the truth is found,
In the peace of solitude is freedom,
In the emptiness of being, fullness is discovered,
in absolute emptiness empty plenitude is reached.
The empty plenitude, incomprehensible concept,
that defies logic and reason,
that raises unanswered questions,
that invites you to immerse yourself in the unknown.
In the void is the pure essence,
the origin of everything that exists,
the source of all creation,
the seed of empty plenitude.
Everything is created in nothing,
In the absence there is the presence,
in absolute emptiness fullness is revealed,
In the emptiness of being, empty plenitude is manifested.
The empty plenitude, endless mystery,
that invites you to explore the unexplored,
that awakens curiosity and creativity,
that opens the doors to infinity.
In the empty plenitude is the essence of being,
the root of existence, the origin of everything,
the source of life, the seed of creation,
the maximum expression of reality.
In the midst of empty plenitude, an abyss of possibilities opens,
an ocean of opportunities, a universe of potentialities,
that invites you to dream, to imagine, to create,
that challenges the limits of the mind and heart.
In empty plenitude is plenitude itself,
In the void abundance is discovered,
in absence there is plenitude,
in emptiness empty fullness is manifested.