In a new house, in an unknown place,
where the walls still hold memories of the past,
where the whispers of former tenants
They mix with the fresh air of the unexpected.
The old windows, with worn wooden frames,
witnesses of stories that are no longer told,
They look with curiosity at the new inhabitants
that arrive with hope to a home in the distance.
In the living room, an old velvet sofa,
where secrets were told on rainy nights,
hugs in the dark, shared laughter,
an echo of children's laughter playing in life.
In the kitchen, the smell of freshly brewed coffee,
the melody of utensils clashing at breakfast,
the taste of food made with love and care,
a reflection of days gone by, of eternal times.
In the garden, flowers that still remember who planted them,
trees that whisper ancient legends in the wind,
a wooden bench where stories were told,
under the shadow of branches that caress time.
In the bedroom, a bed with cotton sheets,
where in sleepless nights comfort was sought,
whispers of love, promises in the ear,
an echo of passion that still lives in oblivion.
In the bathroom, the echo of laughter of bathed children,
the steam from the shower that cures sins,
a reflection of mornings full of light and joy,
an echo of happiness that still seeks its guidance.
In every corner of this new home,
There are pieces of a past that is never forgotten,
memories that are intertwined with new dreams,
a living testament, a legacy that lasts.
In this new house, with old memories,
A home is built full of affection and desires,
stories of love and hope are woven,
a new chapter in the eternal dance.
Español
En una casa nueva, en un lugar desconocido,
donde las paredes aún guardan recuerdos del pasado,
donde los susurros de los antiguos inquilinos
Se mezclan con el aire fresco de lo inesperado.
Las viejas ventanas, con marcos de madera desgastados,
testigos de historias que ya no se cuentan,
Miran con curiosidad a los nuevos habitantes
que llegan con esperanza a un hogar en la distancia.
En el salón, un viejo sofá de terciopelo,
donde se contaban secretos en las noches lluviosas,
abrazos en la oscuridad, risas compartidas,
un eco de la risa de los niños jugando en la vida.
En la cocina, el olor a café recién hecho,
la melodía de los utensilios chocando en el desayuno,
el sabor de la comida hecha con amor y mimo,
un reflejo de días pasados, de tiempos eternos.
En el jardín, flores que aún recuerdan quién las plantó,
árboles que susurran antiguas leyendas al viento,
un banco de madera donde se contaban historias,
bajo la sombra de ramas que acarician el tiempo.
En el dormitorio, una cama con sábanas de algodón,
donde en las noches de insomnio se buscaba consuelo,
susurros de amor, promesas al oído,
un eco de pasión que aún vive en el olvido.
En el baño, el eco de las risas de los niños bañados,
el vapor de la ducha que cura los pecados,
un reflejo de mañanas llenas de luz y alegría,
un eco de felicidad que aún busca su guía.
En cada rincón de este nuevo hogar,
Hay pedazos de un pasado que nunca se olvida,
recuerdos que se entrelazan con nuevos sueños,
un testamento vivo, un legado que perdura.
En esta nueva casa, con viejos recuerdos,
Se construye un hogar lleno de cariños y deseos,
Se tejen historias de amor y esperanza,
Un nuevo capítulo en la danza eterna.