De los viacrucis, recuerdo haber ido a alguno que otro durante mi infancia, pero estaba más pendiente de los vendedores de algodón de azúcar o cotufas (pochoclos) que se ubicaban en las esquinas de la plaza.
El tema de los chigüires siempre me resultó algo incoherente, por eso yo casi que hacía ayuno o comía pan para evitarlo.
Yo emigré hace ya 7 años, pero todavía conservo la cruz de palma que me regalara una tía antes de salir de allá.!
Que bonito que hayas conservado tu crucecita de palma bendita, tiene un gran significado y un valor espiritual y sentimental incalculable.