Ser maestra se ha convertido en un total miedo, ejercer nuestra profesión en función de atender la educación y necesidades de aprendizajes se vuelve cada dia un reto más desafiante.
Está semana autoevaluando la situación con las conductas desafiantes, disruptivas e impulsivas de algunos estudiantes, observamos como sus padres siempre intentan evadir su responsabilidad al exponer que sis hijos bajo su supervisión no tienen algún comportamiento inusual o inadecuado.
Mi equipo cada día se siente sumido a guardar silencio ante exponer o socializar alguna incidencia o novedad con su representado por miedo a ser acusada, de maltrato, señalamiento o cualquier otra acción que la maestra en ningún momento a incurrido.
Buscar las mejores palabras, la mejor atención y orientación es parte de su proceso diario de formación, sin embargo la perdida de valores y límites en el hogar se han perdido o debilitado, lo que hace que muchos estudiantes vean ciertas conductas como normales.
-A veces es mejor callar- tienden a decir las maestras antes verse envuelta en una situación de conflicto por parte de los padres o familiares de los estudiantes, quien siempre buscan cambiar la realidad, ante ciertas observaciones que indican a la maestra que algo no anda bien.
En la escuela no tenemos un equipo multidisciplinario para la atención de estudiantes con necesidades de aprendizaje, condiciones diagnósticadas o síndromes, lo cual dificultad la intervención temprana de alguna situación que amerite su intervención.
El agotamiento es inminente ante una matrícula que no acata órdenes ni disciplina, la maestra pasa más tiempo atendiendo las conductas de los estudiantes que sus aprendizajes y al final la familia acusa a la maestra de incompetente ante cualquier situación.
Es una distorsión de principios, valores y límites para los niños que se están desarrollando, el buen trato es para todos, pero los derechos y deberes también lo son, ambos van de la mano.
Ante tantos cambios y situaciones que amenazan nuestra profesión, hoy las maestras evaluamos con mucha responsabilidad, la labor de un maestro en la sociedad y en la actualidad, dónde cada maestro es señalado por sus acciones, cuando realmente lo que quiere es educar para la vida.
Hoy me cuestiono si deseo continuar o no con esta pasión de vida, sentir como cada día la desmotivación me invita a no realizar mi trabajo, la falta de ética y profesionalismo me enseñan que todo parte de la ignorancia.
Estar sujetas a tantos cuestionamientos, dónde nos sentimos sometidas, afectan nuestra salud física y mental, porque realmente queremos hacer nuestro trabajo y deseamos hacerlo correctamente y desde el corazón.
No sé en qué momento dijeron que los límites, los derechos y deberes no son necesarios para educar en principios y valores que harán de nuestros niños adultos responsables.
English
The challenge of being a teacher 🍎
Being a teacher has become a total fear, exercising our profession in function of attending to the education and learning needs becomes more and more challenging every day.
This week, self-evaluating the situation with the defiant, disruptive and impulsive behaviors of some students, we observed how their parents always try to evade their responsibility by stating that their children under their supervision do not have any unusual or inappropriate behavior.
My team is submerged every day to keep silent before exposing or socializing any incident or news with their represented for fear of being accused of mistreatment, pointing or any other action that the teacher has not incurred at any time.
Looking for the best words, the best attention and guidance is part of their daily training process, however the loss of values and limits at home have been lost or weakened, which makes many students see certain behaviors as normal.
-Sometimes it is better to keep quiet," teachers tend to say before being involved in a conflict situation by parents or relatives of the students, who always seek to change the reality of certain observations that indicate to the teacher that something is wrong.
In the school we do not have a multidisciplinary team for the attention of students with learning needs, diagnosed conditions or syndromes, which makes it difficult to intervene early in any situation that warrants intervention.
Exhaustion is imminent in the face of an enrollment that does not obey orders or discipline, the teacher spends more time attending to the students' behaviors than to their learning, and in the end the family accuses the teacher of incompetence in any situation.
It is a distortion of principles, values and limits for children who are developing, good treatment is for everyone, but so are rights and duties, both go hand in hand.
Faced with so many changes and situations that threaten our profession, today we teachers evaluate with great responsibility, the work of a teacher in society and today, where every teacher is singled out for his actions, when what he really wants is to educate for life.
Today I question myself if I want to continue or not with this passion of life, feeling how every day the demotivation invites me not to do my job, the lack of ethics and professionalism teach me that everything starts from ignorance.
Being subjected to so many questions, where we feel subjected, affect our physical and mental health, because we really want to do our work and we want to do it correctly and from the heart.
I don't know at what point did they say that limits, rights and duties are not necessary to educate in principles and values that will make our children responsible adults.
Photographs of my authorship taken with my Samsung A10 camera phone edition with the Griart.
