Allí estaba la laptop con sus teclas iluminadas esperando la danza de mis dedos. Además, en el monitor, el procesador de palabras mostraba el lienzo en blanco listo para las líneas de ese algo que debía ser mi creación. La habitación estaba a media la luz gracias a una vieja lámpara amarilla, el resto del apartamento estaba invadido por una oscuridad de miedo. No encontraba un tema para escribir, nada era lo suficientemente bueno como para plasmarlo en letras.
Dejé de mirar la hoja en blanco y levanté mi rostro. En frente estaba la puerta abierta de la habitación mostrando la penumbra de la sala. Intente sumergirme en la laptop, quería escribir, debía provocar esa historia que estaba taponeada.
Escuché un hola que venía de la sala. Eché un vistazo, pero no vi nada. Asumí que fue el viento o algún ruido de la calle porque aseguraba que estaba totalmente solo. Pero el hola volvió a sonar. Me levanté y recorrí todo el apartamento. Verifiqué la puerta principal, estaba con el pasador, me percaté de que todas las ventanas estuvieran cerradas. Estaba solo y resguardado. Volví a mi asiento, coloqué mis dedos en posición y no pasó nada.
El hola volvió y sonó más fuerte. El escalofrió tocó mi piel. Me dije que a lo mejor las pastillas que me había mandado el médico me estaban jugando una mala pasada. Le dije a mis ojos que hicieran un paneo a través de la puerta de la habitación con dirección a la sala. Allí estaba ella.
La ventana de la sala que había cerrado dejaba colar una brisa fría junto con una luz blanca que atravesaba la cortina mostrando una silueta de mujer. Era hermosa, vestida con una túnica transparente, blanca, que se meneaba con la brisa mostrando unos pezones rosados. Me enamoré de inmediato. Le pregunté quién era, no respondió, tan solo movió su cuerpo para deleitarme con su hermosa silueta que Dios dibujó. Me desesperé e intenté levantarme, pero no me podia mover del asiento. Quise gritarle, pero no salió aire.
En mi mente comenzaron aparecer una serie de acontecimientos en donde estaban mis seres queridos. Mis hermanos fallecidos, Enrique, Luis, mis padres, mis primos. Luego mis hermanos JC y Tony y Eduardo. Mis hijos, mis esposas y al final volvía a la imagen de ella. Pude hablar y fue para preguntarle: —¿qué está pasando? Ella respondió: —acabas de fallecer.
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Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
English
There was the laptop with its illuminated keys waiting for the dance of my fingers. Also, on the monitor, the word processor showed the blank canvas ready for the lines of that something that was to be my creation.
The room was half lit thanks to an old yellow lamp, the rest of the apartment was invaded by a darkness of fear. I couldn't find a subject to write about, nothing was good enough to put into letters.
I stopped staring at the blank page and lifted my face. In front of me was the open door to the room showing the gloom of the room. I tried to immerse myself in the laptop, I wanted to write, I had to provoke that story that was clogged.
I heard a hello coming from the living room. I glanced around but saw nothing. I assumed it was the wind or some street noise because I was sure I was all alone. But the hello sounded again. I got up and walked around the entire apartment. I checked the front door, it was locked, I made sure all the windows were closed. I was alone and sheltered. I went back to my seat, put my fingers in position and nothing happened.
The hello came again and sounded louder. The shiver touched my skin. I told myself that maybe the pills the doctor had sent me were playing a trick on me. I told my eyes to pan across the bedroom door to the living room. There she was.
The window of the room I had closed let in a cool breeze along with a white light through the curtain showing a woman's silhouette. She was beautiful, dressed in a sheer, white robe that swayed in the breeze revealing pink nipples. I fell in love immediately.
I asked him who he was, but he didn't answer me, he just moved his body to delight me with his beautiful silhouette that God drew. I became desperate and tried to get up, but I could not move from the seat. I wanted to shout at him, but no air came out.
In my mind began to appear a series of events where my loved ones were. My deceased brothers, Enrique, and Luis, my parents, and my cousins. Then my brothers JC and Tony and Eduardo. My children, my wives, and at the end I came back to the image of her. I was able to talk and I asked her: -what is going on? She answered: -you just passed away.
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It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.
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