Un momento para el Guille

in Soloescribe5 days ago (edited)

Quién me iba a decir que aquel hombre era él.
Cuando se tiene 18 años y uno está en la edad de los primeros amores, siempre busca cositas bonitas para leer, por ejemplo, poesías de amor.
yo no fui la excepción, también iba a la biblioteca, además de escoger un libro policíaco, porque me gustan muchísimo, también escogía un libro de poesías románticas. yo vivía enamorada de la vida, la música, incluso del amor.
De esta manera conocí los mejores poemas de amor. Pero esa tarde en que llegué a la biblioteca y escogí los dos libros, el policíaco que no podía faltar y Poemas de amor y de olvido, de Félix Luis Viera, aquel hombre de ojos entre verdes y grises, de espejuelos redondos, con una cola y barba con canas, aquel hombre a quien veía siempre que yo iba a la biblioteca, aquel hombre me habló:
¿Eso es lo que lees?
Sí, me gusta.
No debes estar leyendo estas cosas, te voy a prestar un libro, pero debes traerlo en una semana porque son del Club Minerva.
Y dirigiéndose a la bibliotecaria,
Préstame la llave de la vitrina.
No le prestes el libro, mira que es una niña.
Dame las llaves.
Sacó un libro con un nombre de juego infantil y en la cubierta una mariposa muy colorida. Pobre mariposa, la tenían clavada como un juego cruel.
Este es el libro, léelo bien, te espero en una semana para que me cuentes que te pareció, si te gustó. Es posible que dejes de leer esos libros de poesía.
Y me llevé el libro a casa.

Ese mismo día comencé a leerlo. No entendí la dedicatoria, pero las primeras palabras me gustaron.
Querido Azabache:
Yo no quiero que los reyes sean los padres de uno…
Y esto es lo que ese loco quiera que yo me lea, un libro de cuentos para niños. En las siguientes oraciones ya me di cuenta que no era literatura infantil por el tema que trataba y el lenguaje que usaba y aunque me parecía grotesco y sucio, no paré de leer el libro hasta terminarlo.
No quiero contarles de que va el libro, porque quiero que, si encuentran un día el libro Matarile, de Guillermo Vidal, no dejen de leerlo, aunque tenga cualquier ilustración de cubierta.
Yo pensé muchas cosas del autor del libro, todo lo que me pasó por la cabeza eran grandes ofensas. También las pensé de aquel señor que me había sugerido la lectura del libro, que, aunque estaba lleno de algo que yo no sabía descifrar que era, lo había leído completo, hasta me reí muchas veces.
Pasó la semana y fui a la biblioteca a devolver aquel libro. En la misma mesa, sentado en la misma silla, estaba aquella figura quijotesca.
¿Bueno, que te pareció el libro?
El libro… a quién se le ocurro escribir semejantes locuras, eso está lleno de cosas cochinas. Cómo se atreven a poner cosas así en un libro. El autor de ese libro está loco, debe estar ingresado, es un cochino, un enfermo sexual, no puedo entender como aceptan un libro así… ¿Quién es el que se atreve a hacer eso?
Mucho gusto, Guillermo Vidal, el autor del libro.
Ay, tierra trágame. A esa hora en que yo me puse de cuanto color existe y no existe, no supe que hacer y mucho menos tenía una disculpa.
Sin embargo, desde ese día, conocí a un amigo, con quien me senté en cualquier lugar de esta ciudad a conversar de literatura.

Sort:  

Excelente crónica, Dios te bendiga y nos cuide su espíritu por siempre ✨🫂🍻🥹

Algún día escribiré, pausado, de cómo lo conocí y cómo me asistió una madrugada allá en Las Tunas, y yo creyendo que era un simple pordiosero bondadoso 😏😆

Qué hermoso recuerdo, querida !!! Qué privilegio !!!

Ese era Guille, el gran escritor que se sentaba en el borde de las aceras a editar un texto porque si, porque era amigo y sabía hacerlo. Gracias por este bonito recuerdo.

Que historias para guardar y leer de bajo de un sicomoro. Que orgullo haberle conocido de cerca. A mi me pasó algo parecido con esa novela y ahora soy yo quien la recomienda jjj.