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I still remember as if it were yesterday, when I decided to become a mother for the first time; I was full of fears, anxieties, worries, because I did not know if I was going to be able to do it well and this same sensation, feelings and emotions were repeated in my two subsequent pregnancies, they never left and are still present. Well, even though I already had a daughter, this did not take away the fear of knowing if I was going to be able to continue doing well through everything I had to live next to them, maybe not in a perfect way, but I had to make sure to do my best.
And I have found, after three children, who are at different stages of their lives, that it is not easy and that we face many situations with our children that destabilize us, sometimes physically and emotionally. I am sure that more than once you have stopped to think “I can't take it anymore or I can't handle it”, you have sat down or maybe you have locked yourself in the bathroom while taking a shower or in your room to breathe, maybe cry for a moment, unburden yourself, take a breath, clean your face and continue with your children in what you had left pending.
Perhaps in a tantrum that you had not known how to handle, if your children are young or, on the contrary, if they are in their adolescence, holding yourself back from responding to them as you are provoked, after a slamming door or a bad response from your teenager or, on the contrary, you are seeing your adult child doing what you had advised him not to do and then seeing him undone by the consequences of his decisions. In any of these moments, it provokes us on days like these to disappear from the map and forget that we have these children depending on us, on our words and perhaps on our comfort, because there is no one like mom to calm a wounded or tormented heart.
Source/ FuenteBut even though sometimes it causes you to run away, because we are human and we get tired, we make the decision to come back and be there for our children, even if they have been wrong, even if they have been rude and sometimes indifferent; we mothers wipe our faces, we move away our own anguish and worries and we return to the side of our beloved children, wiping their tears and even hugging them accepting their awkward apologies, because even though they know that somehow they have made us feel bad, many times they are not aware, until they see us tired, decayed or sad. ..
The role of mother, father is for life, not just for moments or stages and we are not aware of it, until we become parents and we have those little people in our arms and we begin to understand the great responsibility that involves keeping that being well and that only depend on us and I assure you that this feeling is not removed, even if the years pass and they become young adults and even mature, we will always be parents and we will take them as my old family used to say, one step ahead.
That is why reflecting on this, I understand that this love is one of the greatest that we can feel, because there are ex-husbands, ex-boyfriends, widows, but never an ex-children, because these are for life and are the proof and gift of God to teach us to love even in the face of fatigue, frustration, sadness, even anger, all those feelings and emotions, are below that love, which is born at the same moment we feel those little people in our bellies. So enjoy everything with them, the good, the bad, because it is all part of this journey, which we undertake when we bring our children into the world. Greetings friends!
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Todavía recuerdo como si fuera ayer, cuando decidí ser madre por primera vez; estaba llena de miedos, angustias, preocupaciones, pues no sabía si iba a poder hacerlo bien y esta misma sensación, sentimientos y emociones se repitieron en mis dos embarazos posteriores, nunca se fueron y aún siguen presentes. Pues, aunque ya tenía una hija, esto no me quitaba ese miedo de saber si iba a poder seguir haciéndolo bien a través de todo lo que me tocara vivir al lado de ellos, tal vez no de manera perfecta, pero sí debía asegurarme de hacerlo lo mejor posible.
Y lo he comprobado, después de tres hijos, que se encuentran en diferentes etapas de su vida, que no es nada sencillo y que enfrentamos muchas situaciones, con nuestros hijos que nos desestabilizan, a veces física y emocionalmente. Estoy segura de que más de una vez te has detenido a pensar "ya no doy para más o no puedo con esto" te has sentado o tal vez te has encerrado en el baño mientras te duchas o en tu habitación a respirar, tal vez, llorar un momento, desahogarte, tomar aire, limpiarte tu rostro y seguir con tus hijos en lo que habías dejado pendiente.
Tal vez en una pataleta que no habías sabido manejar, si tus hijos están pequeños o, por el contrario, si están en la adolescencia, conteniéndote para no responderles como te provoca, tras un portazo o una mala respuesta de tu adolescente o, por el contrario, estás viendo a tu hijo ya adulto haciendo lo que tanto le aconsejaste no hacer y viéndolo luego deshecho por las consecuencias de sus decisiones. En cualquiera de estos momentos, nos provoca en días así desaparecer de mapa y olvidarnos de que tenemos esas criaturas dependiendo de nosotros, de nuestras palabras y quizá de nuestro consuelo, porque nadie como mamá para calmar un corazón herido o atormentado.
Pero aunque a veces te provoque salir corriendo, porque somos humanos y nos cansamos, tomamos la decisión de volver y estar allí para nuestros hijos, aunque se hayan equivocado, aunque hayan sido groseros y en ocasiones indiferentes; las madres nos limpiamos el rostro, alejamos nuestras propias angustias y preocupaciones y volvemos al lado de nuestros queridos hijos, limpiándoles las lágrimas a ellos y hasta abrazándolos aceptando sus torpes disculpas, porque aunque saben que de alguna manera nos han hecho sentir mal, muchas veces no son conscientes, hasta que nos ven cansadas, decaídas o tristes...
El papel de madre, padre es para toda la vida, no solo por momentos o etapas y no estamos conscientes de ello, hasta que nos convertimos en padres y tenemos a esas personitas en nuestros brazos y empezamos a entender la gran responsabilidad que implica mantener con bien aquel ser y que solo dependen de nosotros y les aseguro que ese sentimiento no se quita, así pasen los años y estos se conviertan en jóvenes adultos y hasta ya maduros, Siempre seremos padres y les llevaremos como decían mis viejos de la familia, un paso adelante.
Es por eso que reflexionando al respecto, entiendo que este amor es uno de los más grandes que podemos sentir, porque existen exmaridos, exnovios, viudas, pero nunca un ex-hijos, pues estos son para toda la vida y son la prueba y regalo de Dios para enseñarnos a amar incluso, ante el cansancio, la frustración, la tristeza, hasta de la ira, todos esos sentimientos y emociones, quedan por debajo de ese amor, que nace en el mismo momento en que sentimos a esas personitas en nuestras panzas. Así es que disfruta todo con ellos, lo bueno, lo malo, porque todo esto es parte de este viaje, el cual emprendemos cuando traemos al mundo a nuestros hijos. Mis saludos amigos!
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Conozco hijos que no quieren saber de sus padres así que la palabra exhijo me resuena. Será que si los hay? Yo tampoco te puedo explicar eso aunque esa frase me resuena a mi tambien. Aunque claro está debemos sanar heridas sea como hijos o como madres para poder lograr objetivos en esta vida. Y crecer en sabiduria
Entiendo lo que me quieres decir. Pero te cuento, que por más que esos hijos no quieran saber de sus padres, siempre van hacer hijos de... Su sangre siempre va a tener un ADN y eso siempre va a decir Familia de...y es una verdad que ni sacándose toda su sangre van a dejar hijos de esa persona. Al igual que esas madres que no quieren a sus hijos que las hay, quieran o no al parir son madres de ... Nunca van a poder decir ese es mi ex hijo porque esa es una heredad que siempre va a estar presente en sus vidas... Tanto físicamente como emocionalmente. Gracias por tu interesante comentario😎 saludos!
Si realmente hay un nexo que no se puede romper. No lo había visto desde ese ángulo.