Andrea está jugando en el pasillo con su vecinita, tiene rato escuchando que su mamá la llama porque ya es hora de ir a bañarse y seguir las actividades para finalizar el día. A cada llamado de su mamá, Andrea responde con un:
—¡Voy!— pero no se levanta del piso donde está jugando.
En este juego de palabras madre e hija pasan un buen rato, hasta que mamá sale molesta, agarra a Andrea por un brazo, la levanta bruscamente y comienza a recriminarle del por qué no hace caso cuando ella la llama y surgen las palabras “mágicas”:
—¡Cuando venga tu papá le digo que…!
Digo “mágicas” porque efectivamente la niña termina de levantarse y hace lo que mamá le está indicando, sin embargo, es una frase que va marcando pautas negativas en la relación madre-hija; padre-hija y sobre todo en la relación de Andrea consigo sí misma. Veamos algunos significados que dichas palabras encierran:
1.- Perdida de autoridad y respeto. Cuando el niño o la niña, escuchan estas palabras van aprendiendo que mamá no tiene autoridad, que no es ella la que pone límites, no es a ella a la que hay que hacerle caso y por supuesto el respeto se va perdiendo progresivamente.
Todo niño requiere tener en ambas figuras que serán sus modelos de autoridad y respeto. Entendiendo que autoridad no es sumisión ni temor, sino ese alguien que puede ser capaz de manejar situaciones y tomar decisiones, en lo que el niño escucha: ¡Cuándo venga tu papá! Tu autoridad se desvanece, perdiendo la confianza y seguridad que mamá puede darle a la hora en que realmente la necesite para resolver alguna situación que se le presente.
Los niños necesitan límites, disciplina, parámetros, referencias, lo cual no quiere decir maltrato pero sí, unas reglas mínimas que hacen posible la convivencia armoniosa y la adquisición de herramientas para desenvolverse en el mundo existente fuera de la familia, como es la escuela y la sociedad en general. Así que, si ambas figuras: padre y madre, están presente en la crianza a los dos les corresponde ejercerla y no que sea uno solo el que asuma tal responsabilidad.
Por otra parte hay un mensaje implícito que refuerza las conductas machistas. Cuando estas palabras salen de la boca de la madre, deja entrever que el padre-hombre es quien pone orden, reglas, límites, en el hogar, colocándose a sí misma en una posición de desigualdad de roles que reafirman conductas que van en contra de la igualdad y equidad de género.
2.- Inculcar el miedo: La frase de por sí es una amenaza y toda amenaza busca generar miedos y temores, en ningún momento respeto. Por lo tanto cuando estas palabras se pronuncian estamos distorsionando el papel paterno. Le estamos dando al papá el papel de castigador, de persona a la que hay que temer. Si papá se une al juego, estamos hechos, tenemos unos hijos que no tienen personas confiables a su alrededor.
Distorsionar la figura paterna, en este sentido, puede generar en el niño sentimientos que conducen a inseguridades y a ver que las relaciones en general se manejan desde el miedo y no desde la confianza y el respeto.
Ahora, si papá no se presta para asumir el rol que mamá le esta asignando y considera que ella debe asumir su papel de guía y conductora de su relación madre-hijo, según como lo maneje, la imagen de mamá puede quedar más desvalorizada, papá puede quedar con una imagen de debilidad o es posible que la relación padre-hijo se estreche más si papá logra establecer un punto de equilibrios acorde con la circunstancia.
En todo caso de lo que se trata es de internalizar la idea de que debemos cuidar nuestras palabras y si es posible trabajar en ellas para descartarlas e incorporar frases y actitudes que refuercen la relación positiva dentro de la familia. Padre y madre son igualmente importantes y responsables en la crianza, el niño necesita de ambos para construir sus propias valoraciones, auto-concepto y autoestima.
El miedo nunca será una vía plausible para criar a nuestros hijos. Educar a través del miedo es sembrar inseguridades, desconfianza, incapacidad para mostrar afecto, cerrar canales de comunicación efectiva y afectiva, entre otras, por lo que hacer ver al padre o a la madre,— porque también sucede—, como fuentes de miedo, no contribuye a la fortaleza de su carácter, a fomentar la seguridad en sí mismo y en las personas que lo aman.
Necesitamos niños emocionalmente sanos, que puedan tener confianza en sí mismos y en los adultos que lo rodean, que sepan relacionarse con los demás desde el respeto mutuo. En ello, los padres y los adultos significativos con los que conviven (abuelos, tíos), somos los que podemos crear esas condiciones.
De allí la importancia de revisarnos, de estar pendientes de lo que estamos sembrando en nuestros niños y si hay que rectificar estemos abiertos para realizar los cambios que requerimos porque con nuestras palabras y acciones del hoy estamos construyendo lo que viviremos mañana.
Hace tiempo leí un poema del argentino Héctor Francisco Gagliardi, titulado “¡ah cuando venga tu padre!”. Acá te dejo un fragmento y el link por si deseas leerlo completo.
In English
Andrea is playing in the hallway with her little neighbor. She has been listening to her mom calling her because it's time to take a bath and continue her activities to finish the day. To each of her mom's calls, Andrea answers with a:
-I'm coming! but she doesn't get up from the floor where she is playing.
Mother and daughter play this word game for a long time, until mom comes out upset, grabs Andrea by the arm, lifts her up abruptly and starts to reproach her for not paying attention when she calls her and the "magic" words appear:
—"When your daddy comes, your daddy will come!
I say "magic" because indeed the girl finishes getting up and does what mom is telling her to do, however, it is a phrase that marks negative patterns in the mother-daughter relationship; father-daughter and above all in Andrea's relationship with herself. Let's see some of the meanings of these words:
1.- Loss of authority and respect. When the child hears these words, he or she learns that mother does not have authority, that she is not the one who sets limits, that she is not the one who should be listened to, and of course respect is progressively lost.
Every child needs to have in both figures that will be their models of authority and respect. Understanding that authority is not submission or fear, but that someone who can be able to handle situations and make decisions, in what the child hears: When your dad comes! Your authority fades away, losing the confidence and security that mom can give him when he really needs it to solve any situation that may arise.
Children need limits, discipline, parameters, benchmarks and references, which does not mean mistreatment but minimum rules that make possible the harmonious coexistence and the acquisition of tools to develop in the existing world outside the family, such as school and society in general. So, if both father and mother figures are present in the upbringing, it is up to both of them to do it and not just one of them to assume such responsibility.
On the other hand, there is an implicit message that reinforces macho behavior. When these words come out of the mother's mouth, she lets it be understood that the father-man is the one who establishes order, rules and limits in the home, placing herself in a position of unequal roles that reaffirm behaviors that go against gender equality and equity.
2.- Instilling fear: The phrase itself is a threat and any threat seeks to generate fears and fears, at no time respect. Therefore, when these words are pronounced we are distorting the paternal role. We are giving the father the role of punisher, of a person to be feared. If dad joins the game, we are done, we have children who do not have trustworthy people around them.
Distorting the father figure, in this sense, can generate feelings in the child that lead to insecurities and to see that relationships in general are managed from fear and not from trust and respect.
Now, if dad is not willing to assume the role that mom is assigning him and considers that she should assume her role of guide and leader of the mother-child relationship, depending on how he handles it, mom's image may be more devalued, dad may be left with an image of weakness or it is possible that the father-child relationship may become closer if dad manages to establish a point of equilibrium in accordance with the circumstance.
In any case, the idea is to internalize the idea that we must be careful with our words and if possible work on them to discard them and incorporate phrases and attitudes that reinforce the positive relationship within the family. Father and mother are equally important and responsible in the upbringing, the child needs both of them to build his own valuations, self-concept and self-esteem.
Fear will never be a plausible way to raise our children. To educate through fear is to sow insecurities, mistrust, inability to show affection, closing channels of effective and affective communication, among others, so making the father or the mother, -because it also happens-, as sources of fear, does not contribute to the strength of their character, to foster self-confidence and security in themselves and in the people who love them.
We need emotionally healthy children, who can have confidence in themselves and in the adults around them, who know how to relate to others based on mutual respect. In this, parents and the significant adults they live with (grandparents, aunts and uncles) are the ones who can create these conditions.
Hence the importance of reviewing ourselves, of being aware of what we are sowing in our children and if we have to rectify, let us be open to make the changes we require because with our words and actions today we are building what we will live tomorrow.
Some time ago I read a poem by the Argentinean Héctor Francisco Gagliardi, entitled "Ah when your father comes! Here I leave you an excerpt and the link in case you wish to read it in its entirety.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
Fuente de imágenes: Portada - 1 - Poema Lámina elaborada en PowerPoint. - 2
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La verdad nunca me había detenido a pensar en el contenido de esa frase. Nunca la usaron en mi casa y yo no la uso en la mía. Pero la verdad que crea la imagen en principio de papá el ogro, ese que viene a castigar y a quien los niños deben temer.
Es lo que hemos conversado en la curación de los miércoles, medir las palabras, el poder de las palabras es muy importante. hablamos a la ligera sin medir el alcance de lo que decimos.
Un abrazo amiga
Así es @rlathulerie las palabras tienen poder y con ellas vamos construyendo y tristemente, destruyendo. De pronto algunos niños son como más "impermeables" a ellas, sin embargo, las repeticiones y y los tonos pueden también romper la frágil coraza. Saludos y gracias por pasar y comentar.
Es típica está conducta sobre todo en las madres y cuando son muy jóvenes más comunes aún. Sin duda aquí se incluye un tema de inseguridad también. No saber cómo actuar frente a los hijos impacta de manera negativa tanto en la madre o padre y también sobre los hijos. Muy bien explicada la consecuencia de estás acciones @damarysvibra
Si de allí precisamente salió el tema porque recientemente escuche a un joven madre decirle a su niña: Ya tu vas a ver, se lo voy a decir a tu papa cuando llegue. Gran inmadurez e inseguridad, uno no quiere juzgar ni criticar pero es inevitable que esos eventos nos hagan ruido. Saludos.
Este tema está muy ajustado a muchas realidades.
Mediante este comportamiento se puede romper la relación entre padres e hijos, aunque para muchos puede ser la solución perfecta cuando no pueden controlar la situación. Es importante tener en cuenta que estas palabras pueden marcar la vida sentimental de nuestros hijos. Seamos cautelosos.
He sido testigo de comportamientos similares, donde la madre amenazó al hijo de la misma manera; pero resulta que el padre era inocente de todo pero el niño le guardaba rencor a su padre, el padre nunca le pegaba al niño pero el miedo era muy grande, mucho después el niño habló con su abuela paterna y el asunto hasta empezó con gritos Al final todo se resolvió...
muchas gracias por compartir esta publicación @damarysvibra !PIZZA
Hola @katerinhernandez hay expresiones que pueden marcar mucho a un niño por lo que hay cuidar las palabras y más como en el caso que señalas, exagerar situaciones, amenazar, criticar son necesarias tenerlas a raya y si es posible minimizarlas. Saludos, gracias por pasar y comentar. 😊
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Gracias por la pizza @katerinhernandez 😗
Hola amiga @damarysvibra 👋
Muy cierto lo que comentas con respecto a esta oración que sin saber lo peligrosa que es la usamos con frecuencia con nuestros niños, creando temor en ellos y haciendo que la figura de papá sea vista como un verdugo.
Es lamentable el daño que le hacemos a nuestros pequeños usando amenazas como está.
Un gusto leerte, saludos 🤗
Es una expresión que uno la escucha más de lo que quisiera, y es eso denotar la no autoridad de la madre o de la persona que siendo adulta no infringe respeto a el niño. Buenas reflexiones, cariño y un abrazo
Muy cierto. Una realidad que viví y que vi en mis amistades. El papá siempre era el malo, el castigo. Aun hoy que ya soy adulta se mantienen los roles, aunque a tono con las características de la adultez. Sin dudas, verlo en palabras llama a la reflexión.
asi es @damarysvibra hemos sustituido el amor por el miedo creyendo que es una herramienta poderosa y util y es totalmente lo contrario. Y lo mas triste es que el poner a jugar al padre en ese papel hace que el niño forme una imagen de esa figura masculina totalmente distorcionada, ya que como piense la madre del padre esa sera la vision del hijo, que afectara sus relaciones futuras con las figuras masculinas (pareja, jefes, hijos) Asi que debemos reflexionar y buscarla forma de obtener conocimiento util que nos guie para la formacion de nuestros hijos.Gracias por tan valiosa informacion. Saludos!!!
Gracias por este post @damarysvibra, quienes tenemos niños pequeños podemos caer en la inconciencia de usar ese tipo de frases que imprimen miedo, Es bueno escucharnos y estar en atención, vincularnos desde el amor para asi cumplir de manera mas efectiva el rol de madre, que no es mas que contenerlos desde su esencia.
Es te es un excelente tema. En la época en que éramos niños, recuerdo que en casa era mamá quien tenía la tarea de corregir. Papá regularmente pasaba todo el día fuera por razones de trabajo y mamá era quien estaba con nosotros. Nos atendía, hacia la tareas escolares y cuando algo se salía de control, ella era quien se hacía cargo. Cuando papá llegaba todo estaba en orden. Mamá no tenía necesidad de amenazarnos con mi papá porque ella manejaba todo. Como madre sé que criar hijos no es una tarea fácil, pero también sé que ellos son nuestra responsabilidad y necesitan ver en nosotros alguien a quien se le debe respeto. Si hay respeto, no habrá necesidad de ninguna frase que inspire miedo.
Muchas gracias por darnos un tema en el cual reflexionar.
Un abrazo @damarysvibra !