Siempre debemos establecer nuestras prioridades y lo decimos quienes nos hemos perdido también en el camino. Así que tienes razón, no eres el único al que le ha tocado elegir entre lo que le gusta, el trabajo y la familia.
Recuerdo cuando antes de tener a Joaquín, me tocaba viajar a diario a otra ciudad para ir a trabajar, debía salir de casa a las 6 AM y volver cayendo la noche, casi siempre las niñas estaban dormidas al irme y cansada yo al regresar, entonces llegó a nuestras vidas Joaquín y todo ese embarazo se complicó, me tuve que retirar del trabajo, pero en el camino aprendí que no hay nada más valioso que estar en casa con mis pequeños y que si antes había podido hacerlo, en ese entonces y ahora también.
Un abrazo Eddie. Al final quienes nos aman sinceramente y aceptan tal y como somos, son justo ellos, nuestros hijos.
No me sabía esa historia, bueno. No al 100%. Es lo que me gusta de Hive, que todo lo puedo hacer desde casa (excepto estos viajes) y puedo pasar todo el tiempo posible con mi bebé y con Gris. Me gusta poder tener ese balance.
Por lo mismo me gusta Hive y aunque no viajo, no por no querer, si no por fuerza mayor, estoy aprendiendo aún a organizar mis prioridades.
Gris y tu hacen un buen equipo para Eddito.