Que un día me toque cuidar a mis nietos es una bendición, pero que se convierta en rutina es una responsabilidad que no corresponde...
Pienso que es un asunto de energía. Hay quienes tienen una gran energía y no se resienten. Recuerdo a la bisabuela de mis hijos, cuando nació el segundo tuvimos que dejarlo un tiempo con ella, por aquel entonces ella superaba largo los setenta años. Cada vez que nos traíamos al niño ella se sentía desubicada, como si las horas se le hicieran eternas, nos pedía de favor que lo dejáramos más tiempo. Ahora que escribo estas líneas caigo en cuenta que a ella nunca le escuché decir que había hecho sacrificio para criar a sus hijos y sus nietos. Era una mujer muy humilde que vivió tiempos difíciles, pero tenía un amor tan grande como para dejarle un poquito a todo el que se le acercaba. En estos temas siempre vamos a encontrar muchos casos distintos. Gracias por pasar y enriquecer la publicación con tu comentario. Que estés bien estimado @amigoponc. Un fuerte abrazo desde Maracay.