El que habita al abrigo del Altísimo, permanecerá bajo la sombra del Todopoderoso. 2 Diré a Yahveh: Mi refugio y mi fortaleza; mi Dios, en él confiaré. 3 Y él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Salmos 91: 1-3
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Desde el comienzo de la crisis humanitaria generada por la pandemia, las cosas en mi vida personal y familiar han cambiado mucho. La relación con mis tres hijos es bastante estresante, ya que además de mi papel en casa y en el trabajo, debo dedicar tiempo a hacer los deberes con mis hijos y orientarles sobre la mejor manera de hacerlos.
Hay veces que se pelean entre ellos como hay veces que se pasan el día en mucho descanso, sin embargo, tenerlos todo el día encerrados entre cuatro paredes no es nada fácil.
Recientemente, la zona donde vivo ha sido declarada en emergencia debido a la proliferación del "Covid". Esto me genera mucha angustia y preocupación, ya que cuando salgo de mi casa para ir a trabajar, dejo a los niños prácticamente solos y salgo con el temor de no contagiarme en el trabajo para no perjudicar la salud de mis hijos.
Os podéis imaginar todo lo que esto genera emocional y psicológicamente. Vivimos una época de angustia y preocupación que afecta mucho a nuestra salud y a las relaciones familiares. Es necesario estar bajo la frescura del manto de amor de Dios y lo ideal es buscar un tiempo de refrigerio que sólo se logra habitando bajo el cobijo y la sombra de Dios.
Permanecer en la presencia de Dios en tiempos de angustia y preocupación, debe llevarnos a considerar que la sombra de Dios es el espacio recomendado para encontrar descanso y protección para nuestra vida.
Necesitamos estar con nuestra familia bajo el cobijo protector de Dios y encontrar todo el descanso y la confianza que el amor de Dios nos garantiza.
Dios promete librarnos de la plaga destructiva, que incluye el "Covid", pero debemos permanecer bajo la sombra del Altísimo, solo así encontraremos una gran protección y seguridad de que ninguna plaga tocará nuestra morada.
Debemos buscar la mejor protección para nuestra familia y sólo en Dios está esa protección y seguridad.
Family relationships in times of pandemic
HE who dwells in the shelter of the Most High, Will abide under the shadow of the Almighty. 2 I will say to Jehovah, My hope, and my fortress; My God, I will trust him. 3 And he will deliver you from the hunter's snare: From the destructive plague. Psalm 91: 1-3
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Since the problem of the humanitarian crisis generated by the pandemic began, things in my personal and family life have changed greatly. The relationship with my three children is quite stressful, since in addition to fulfilling my role at home and my role in my work, I must also dedicate time to do homework with my children and guide them in the best way to do it.
There are times when they fight each other as there are times when they spend the day in a lot of rest, however, having them all day locked in four walls is not easy.
Recently, they have declared the area where I live in emergency due to the proliferation of “Civid”. This causes me a lot of anguish and concern, because when I leave my home to work, I leave the children practically alone and I leave with the fear of not getting infected at my work, so as not to harm my children's health.
You can imagine all that this generates emotionally and psychologically. We live in a time of anguish and concern, which greatly affects our health and family relationships. You have to be under the freshness of God's cloak of love and the ideal is to seek a time of refreshment that can only be achieved by living under the shelter and shadow of God.
Staying in the presence of God in times of anguish and concern should lead us to consider that the shadow of God is the recommended space to find rest and protection for our lives.
We need to be with our family under the protective shelter of God and find all the rest and all the confidence that God's love guarantees us.
God promises to rid us of the destructive plague, which includes the "Covid", but we must remain under the shadow of the Most High, only if we will find great protection and assurance that no plague will touch our home.
We have to seek the best protection for our family and only in God is that protection and security.