Así es, como madres y padres debemos enseñarle a nuestros hijos a tener un corazon lleno de gratitud primeramente por la vida que es un regalo, por la salud, la familia, el plato de comida en nuestra mesa cada día y por los pequeños detalles que aun estos marcan la diferencia.
Muy bonito el punto tratado en tu contenido. Saludos y bendiciones.