Este tema es uno de lo más importante, porque lo primordial que necesita un niño son sus padres, esa seguridad de que sus cuidadores están allí con ellos, apoyándolos, escuchándolos, preocupándose por ellos, sentir que reciben ese amor de sus padres y no con obsequios, necesitan ese contacto físico y emocional, esa conexión de que te involucras en su día a día y sobre todo esa dedicación que le prestas para corregir o enseñarle, para guiarlo.
Pero siempre sucede que las obligaciones comienzan a tomar mayor protagonismo y dejamos a los niños a un lado, posponiendo esa caricia, ese juego pendiente, diciéndole que están ocupados, que otro día será y así pasa el tiempo, no te das cuenta que tu hijo te necesitaba muchas veces, pero no prestaste atención, estabas muy ocupado trabajando, inmerso solo en tus propios problemas, como si con solo comida y ropa ya cumpliste tu rol de padre o madre, los niños sufren mucho y comienzan a tomar caminos tal vez no saludables, para preguntarse después "que hice mal si te lo dimos todo?".
No le dieron tiempo, tiempo de calidad, tiempo para conectar, para educar y sobre todo para tiempo para amar.
Excelente aporte amiga y totalmente cierto. Por eso es importante saber organizarnos y darle tiempo de calidad a nuestros hijos.