Querida comunidad @motherhood, @victoriabsb, @elizabeths14, @marybellrg, mi abrazo cariñoso y virtual para todos. El calendario nos trajo dos momentos significativos en este mes de febrero: la celebración del San Valentín y las fiestas de carnaval.
La activación de las comunidades para las celebraciones hace que casi nos olvidemos que el 2023 tiene menos de dos meses. Esa hiperactivación que veo en la comunidad en donde vivo, la explico por lo adormecido que estuvo todo con la pandemia y sus limitantes para las celebraciones públicas y para efectuar reuniones de todo tipo. En otras palabras, estamos regresando a la normalidad con entusiasmo.
Para mí, además de las celebraciones comunes mencionadas, hay una privada, muy importante: el cumpleaños de mi hijo menor, de ahí el título para la publicación de hoy: El cumpleaños de un hijo.
Al dar a luz a un nuevo ser nos convertimos en madres, con una maternidad más allá del dominio de nuestros propios hijos. En cierta forma, por extensión nos sentimos madres de los hijos de las amistades, de los amigos de nuestros hijos y de aquellos a quienes veamos desasistidos. Podría decirse que, así como nuestro cuerpo se abre para que nuestro hijo salga a la Luz, nuestro corazón se abre para recibir con Amor a otros niños.
El cumpleaños de mis hijos es pues también mi cumpleaños como madre, es el inicio de un nuevo año de mi activad maternal, por consiguiente de más amor y madurez y de una alegría que se va reconcentrando al ver a los hijos crecer como personas y formar su propio núcleo familiar.
Me siento tan plena en mi maternidad, tan feliz que, a veces estimo que mi ganancia espiritual y afectiva trasciende mis propios límites y me embarga la necesidad de compartir con otras personas esa vibrante emotividad. Así como lo hago hoy con ustedes, apreciados padres de esta hermosa comunidad, pues estoy segura que se habrán sentido así en alguna oportunidad al mirar a sus hijos y evaluar el trabajo realizado. Por supuesto, quienes creemos en la dimensión espiritual, en Dios, sabemos que hemos recibido una gran ayuda en nuestra labor.
Creo en la existencia de los milagros, el hecho de vivir los 27 años de mi hijo menor, viéndolo convertirse en un adulto sensible, fuerte, amoroso y responsable familiar, laboral y socialmente, es el gran milagro de mi vida. Cumpleaños a cumpleaños, carnaval a carnaval, recuerdo que cuando tenía apenas cuatro días de nacido, en aquellos sus primeros carnavales, me vi en peligro de muerte y lo entregué a mi madre para que lo cuidara mientras yo estaba hospitalizada. A mi hijo mayor lo entregué a una amiga-hermana que tiene un hijo de su misma edad. También, un bello adulto al día de hoy.
El gran carrusel de la vida sigue para mí. Los carnavales se suceden, pero el dolor de aquel lunes de carnaval lo vi sustituido por la alegría de vivir y acompañar a "mis muchachitos" hasta su adultez. ¡Por supuesto que creo en los milagros! Y para que no se me olvide, los cumpleaños de los hijos me lo recuerdan todos los años, espero que así siga siendo hasta que tenga la dicha de conocer a mis nietos.
Recuerden madres, padres, también ustedes cumplen años en el cumpleaños de sus hijos, años de amor, de experiencia, de expectativas, de felicidad.
ENGLISH
Dear community @motherhood, @victoriabsb, @elizabeths14, @marybellrg, my loving virtual hug to all of you. The calendar brought us two significant moments in this month of February: the celebration of Valentine's Day and the carnival parties.
Activating communities for the celebrations makes us almost forget that 2023 is less than two months old. I explain this hyperactivation that I see in the community where I live because of how numb everything was with the pandemic and its limitations for public celebrations and for holding meetings of all kinds. In other words, we're getting back on track with enthusiasm.
For me, in addition to the common celebrations mentioned, there is a private, very important one: my youngest son's birthday, hence the title for today's post: The birthday of a son.
By giving birth to a new being we become mothers, with a motherhood beyond the domain of our own children. In a certain way, by extension we feel like mothers of the children of friends, of our children's friends and of those whom we see neglected. It could be said that, just as our body opens for our child to come out into the Light, our heart opens to receive other children with Love.
The birthday of my children is therefore also my birthday as a mother, it is the beginning of a new year of my maternal activity, therefore of more love and maturity and of a joy that is concentrating seeing the children grow as people and form their own family core.
I feel so full in my motherhood, so happy that sometimes I feel that my spiritual and affective gain transcends my own limits and I am overwhelmed by the need to share that vibrant emotion with other people. Just as I do today with you, valued parents of this beautiful community, because I am sure that you have felt that way at some point when looking at your children and evaluating the work done. Of course, those of us who believe in the spiritual dimension, in God, know that we have received great help in our work.
I believe in the existence of miracles, the fact of living the 27 years of my youngest son, watching him become a sensitive, strong, loving and responsible adult in the family, at work and socially, is the great miracle of my life. Birthday to birthday, carnival to carnival, I remember that when he was barely four days old, in those of his first carnivals, I saw myself in danger of death and I gave him to my mother to take care of him while I was hospitalized. I gave my eldest son to a friend-sister who has a son the same age as hers. Also, a beautiful adult today.
The great merry-go-round of life goes on for me. Carnivals follow one another, but I saw the pain of that Carnival Monday replaced by the joy of living and accompanying "my little boys" until their adulthood. Of course I believe in miracles! And so I don't forget, my children's birthdays remind me of this every year, I hope it stays that way until I have the joy of meeting my grandchildren.
Remember mothers, fathers, you also have birthdays on your children's birthdays, years of love, experience, expectations, happiness.
◘Las fotografías, la captura de pantalla y los separadores de párrafos son de mi propiedad. Las fotografías del cielo las utilicé de manera simbólica. También incluyo el banner de @motherhood, propiedad y cortesía de la comunidad.
◘Para la versión en inglés utilicé el traductor de Google y los conocimientos que tengo del idioma.
◘The photographs, the screenshot and the paragraph separators are my property. I used the photographs of the sky in a symbolic way. I also include the @motherhood banner, property and courtesy of the community. ◘For the English version I used the Google translator and my knowledge of the language.
Que difícil debió ser, pensar en que no estarías para ver a tus hijos crecer, pero aquí estás, celebrando sus 28 años y siendo participe de cada momento importante en su vida, observando como crece y construye sus sueños.
Felicidades para tu hijo y para ti, que vengan muchos años más.
Mi bella amiga, gracias por tu grata visita.
Sí, fueron momentos muy duros, pero creo que en cada momento de nuestra vida aparece la fortalece que necesitamos para seguir adelante.
Hoy en día, los recuerdos son de felicidad por el gran regalo de la vida extra.
Un abrazo muy grande desde la distancia.
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