Será que me estoy poniendo más viejo y sensible, o estás afinando el lápiz, amiga. A través de tus escritos, puedo viajar con tus anécdotas, que muchas veces coinciden con las mías. Que bueno que sigan agradeciendo, simplemente por estar vivos y como dices, nuestros hijos, michas veces, son nuestros mejores maestros.
A seguir adelante, amiga, lo estás haciendo muy bien.
Saludos.
Viejo ya estás! hahahaha
Es que cuando crecen, añoramos esos momentos tan únicos que compartimos con los hijos, que quisieramos volver a vivirlos.
Generalmente cuando los nombro en casa, ellos no lo recuerdan, entonces por qué no usar esta colmena para que no se pierdan en el tiempo?