We are often hard on ourselves because we want our children to be the best, to have the best and to perceive the best in the world. However, stop for a moment. Love for them goes beyond what you can imagine, give or achieve for their good. That love grows in you in your heart from the very day they tell you Congratulations is positive then as those nine months go by you love a little bit more. I can't lie to you, there are moments when you wonder if I am doing well, if I am raising strong, knowledgeable, capable children, children with values that love, respect and value their neighbors: but I have news for you, the answer is yes; and if we are not doing it, there is still time; while there is life, there will be hope to deposit in your children the love that they deserve; they deserve to have a gift from God that they deserve.
They deserve to have a gift from God in your life for strengthening a union that God allowed or for being that special person that fills you with joy, sadness, calm and much admiration for the passing of the days.
Let's remember, our children have a wonderful value, they are the ones for whom we would like to achieve something every day to be a good example for them, and above all to know that your family where you come from, cannot determine the family that you form. Because sometimes in our childhood we do not live pleasant things. Separated parents, dysfunctional family, destroyed homes. Where to change the story. And to achieve that our children enjoy the love, affection, respect and understanding that they deserve... Of a family that even if they have mistakes they learn to wait united in spite of those mistakes so that when it is their turn to form one, they will have the best example of love.
A menudo somos duros con nosotros mismos porque queremos que nuestros hijos sean los mejores, que tengan lo mejor y que perciban lo mejor del mundo. Sin embargo, detente un momento. El amor por ellos va más allá de lo que puedas imaginar, dar o conseguir para su bien. Ese amor crece en ti en tu corazón desde el mismo día en que te dicen que Felicidades es positivo luego a medida que pasan esos nueve meses amas un poco más. No puedo mentirte, hay momentos en los que te preguntas si lo estoy haciendo bien, si estoy criando hijos fuertes, conocedores, capaces, hijos con valores que aman, respetan y valoran al prójimo: pero te tengo una noticia, la respuesta es sí; y si no lo estamos haciendo, aún hay tiempo; mientras haya vida, habrá esperanza para depositar en tus hijos el amor que merecen; merecen tener un regalo de Dios que merecen.
Ellos merecen tener un regalo de Dios en tu vida por fortalecer una unión que Dios permitió o por ser esa persona especial que te llena de alegría, tristeza, calma y mucha admiración por el paso de los días.
Recordemos, nuestros hijos tienen un valor maravilloso, son ellos por quienes quisiéramos lograr algo cada día para ser un buen ejemplo para ellos, y sobre todo saber que tu familia de donde vienes, no puede determinar la familia que formas. Porque a veces en nuestra infancia no vivimos cosas agradables. Padres separados, familia disfuncional, hogares destruidos. Donde cambiar la historia. Y conseguir que nuestros hijos disfruten del amor, el cariño, el respeto y la comprensión que se merecen... De una familia que aunque tenga errores aprenda a esperar unida a pesar de esos errores para que cuando les toque formar una, tengan el mejor ejemplo de amor.