La lluvia musical.
Una gran tormenta remecía el cielo y los truenos inundaban de fuerte ruido, los relámpagos iluminaban todo en unos instantes y los niños escondidos en la cama de sus padres temblaban como si estuviesen hechos de gelatina.
-Mami, papi porque grita el cielo- decían los pequeños mientras tapaban sus cabezas con las sábanas de la cama.
-El cielo no grita- les decía su mamá
-Entonces qué son esos ruidos que tanto miedo nos dan, que son esas luces que alumbran todo y porque llora el cielo- preguntaban insistentes los pequeños
-Tranquilos hijos no pasa nada de eso, si se acomodan tranquilos les contaré un cuento- les decía el padre a sus dos pequeños.
Los niños muy contentos y ya más tranquilos se ponían felices de escuchar los truenos, granizo y reían al ver las luces de los relámpagos ya que los angelitos estaban haciendo una maravillosa lluvia musical y las lágrimas de Dios que caían a la tierra venían llenas de amor.
Se acomodaron muy tranquilos y dormidos se quedaron abrazados de sus padres y en sus labios una sonrisa por el cuento tan bello que su padre les había reparado.
The musical rain.
A great storm shook the sky and thunder flooded with loud noise, lightning flashed up everything in moments and the children hidden in their parents' bed trembled as if they were made of jelly.
-Mommy, daddy because the sky is screaming- the little ones said as they covered their heads with the sheets on the bed.
-Heaven does not scream- his mom told them
-So what are those noises that give us so much fear, what are those lights that light everything and why does the sky cry- the little ones insistently asked
-Quiet children nothing happens, if you settle down calmly I will tell you a story- said the father to his two little ones.
The children, very happy and calmer, were happy to hear the thunder, hail, and laughed when they saw the lightning bolts, as the little angels were making a wonderful musical rain and the tears of God that fell to the earth came full of love. .
They settled down very calm and asleep, they embraced their parents and a smile on their lips for the story so beautiful that their father had repaired them.