The family vacation that year was at the beach, we traveled to the city of Puerto La Cruz. We were having a great time, getting to know new places in the Mochima National Park. Very early in the morning, we went to the pier. There we waited for a boat that would take us to a different beach every day. The sea, with its shades of blue and green, its transparency that let us see the fish swimming, the white sand and the warm and calm water. It was paradise.
During the night, we walked along the city's boardwalk. The place was very crowded. There were many vendors selling a variety of products. But the most beautiful thing was to be under a starry sky and very close to the sea.
But all this came to an end when on the fourth day, the hotel manager told us.
"I am sorry to tell you that there is no water in the whole city due to a problem in the water distribution system. This has been going on for several days now, and we have done our best to maintain conditions, but I can no longer keep the guests, so you have to leave"
This news hit us like a bucket of cold water
We couldn't even think of looking for another lodging because everyone was in the same situation, they had already exhausted their water reserves.
And now what do we do?, was the question we all asked ourselves.
"We don't want to leave, mom, let's go to another beach". My daughter was speaking on behalf of her younger sisters.
But my mother-in-law, who was accompanying us on this trip, offered us the alternative of staying at her house, in a town about two hours away.
I must admit that we had been there before and, after having enjoyed these wonderful beaches, I was also reluctant to move away from the sea.
But not to despise his invitation, in the end we decided to go to Punta de Mata for the rest of our vacation.
We picked up our luggage and went straight to the terminal and lo and behold, it was full of tourists who had also decided like us to leave the city.
Finding transportation became a chaos, there was no bus fare. Finally, after waiting several hours, we managed to get on two cars and set off south towards Punta de Mata.
After traveling through the eastern savannas, a beautiful landscape, we arrived in the village, when it was already getting dark.
The house was big, but it was very hot and some very small mosquitoes that they call jejenes or puri puri, did not let us sleep that night in spite of how tired we were.
My eldest daughter was annoyed.
"That's why I didn't want to come, mom, this heat is horrible, and the mosquitoes are biting me a lot. And my arms were red from scratching"
"Daughter! we have to adapt. Here, put some repellent on yourselves".
But that was no good against the gnats o puri puri, that leave a little bit of blood on your skin. And the next day we had a lot of marks.
To make matters worse, because, as the saying goes, it never rains but it pours, my daughter's phone was stolen.
The house had a porch in front and a hallway on one side leading to the front door, which was usually kept unlocked. It was a custom of the inhabitants of this and other towns in the region to keep the door of their houses open during the day, because it was very quiet and safe, but this changed over the years, with the arrival of people from other regions of the country.
In the afternoon, my daughter was sitting on a wall in front of the house, a little bored, charging her phone. A man on a bicycle stopped in the street, saw her alone, entered the house and, threatening her with a gun, took her phone.
My husband and other family members, upon hearing the screams, came out of the house.
"Where did the thief go" my husband asked.
"Towards there", and my daughter pointed to the end of the street, "he riding a bicycle"
A group went out to look for him but he got into a very dangerous area and nothing could be done.
That was an unpleasant moment that could have been worse, only one phone was lost and no one was hurt. But my daughter was very upset and sad.
But just as it seemed that these unfortunate events were going to affect our vacation, my husband's family decided it would not, and together they planned a series of activities and outings to brighten up our stay there.
They took us to a very large and fast-flowing river, where we bathed holding hands so that the current would not sweep us away.
The river bottom had a lot of rocks and between the falls and the laughter we had a great time. The place had very lush vegetation.
We spent an afternoon at a friend's house that had a swimming pool that was filled with river water. We spent a day at an uncle's country club where my daughters bathed in a pool and there we ate the biggest cachapas I have ever seen, with handmade cheese.
They rented transportation to visit a very typical town called Caicara of Maturin.
In the evenings, we listened to Venezuelan music and also rock music from a musical group made up of family and friends, while we ate well-fried sardine fillets with cassava and avocado harvested from the trees in the backyard of the house.
And although the heat and the gnats were still there, the rain blessed us with cool nights.
We returned to Maracay grateful for so many attentions and tokens of affection and although the bus where we were traveling at night, had to stop in a stretch of the road a little dangerous, it was not for long and, like an angel sent to take care of us, a road guard stayed there until the problem was solved, and we could arrive with the marks of the bites and tanned by the sun, but safe and sound to our home.
VERSION EN ESPAÑOL
Las vacaciones en familia de ese año fueron en la playa, viajamos hasta la ciudad de Puerto La Cruz. La estábamos pasando muy bien, conociendo nuevos lugares en el Parque Nacional Mochima. En la mañana muy temprano nos íbamos al muelle. Allí esperábamos una lancha que nos llevaba cada día hasta una playa distinta. El mar, con sus tonos entre azul y verde, su transparencia que dejaba ver los peces nadando, la arena blanquita y el agua cálida y mansa. Era el paraíso.
Durante la noche recorríamos el malecón de la ciudad. El lugar estaba muy concurrido. Allí había muchos vendedores con diversos productos. Pero lo más bonito era estar bajo un cielo estrellado y muy cerca del mar.
Pero todo esto llegó a su fin cuando al cuarto día, el encargado del hotel nos dijo
–Lamento decirles que no hay agua en toda la ciudad por un problema en el sistema de distribución de agua. Esto ya tiene varios dias y hemos hecho todo lo posible por mantener las condiciones pero ya no puedo mantener a los huéspedes, así que tienen que irse.
Esa noticia nos cayó como un balde de agua fría.
Ni pensar en buscar otro alojamiento porque todos estaban en la misma situación, ya habían agotado sus reservas de agua.
¿Y ahora qué hacemos?, fue la pregunta que todos nos hicimos.
–No nos queremos ir, mamá, vamos a otra playa. Mi hija hablaba en nombre de sus hermanas menores.
Pero mi suegra que nos acompañaba en este viaje nos ofreció como alternativa que nos quedáramos en su casa, en un pueblo que quedaba como a dos horas de viaje.
Debo reconocer que ya habíamos ido otras veces al lugar y, después de haber disfrutado de estas playas maravillosas, yo también me resistía a alejarme del mar.
Pero para no despreciar su invitación, al final decidimos irnos el resto de las vacaciones a Punta de Mata.
Recogimos nuestro equipaje y directo al terminal y he aquí que estaba lleno de los turistas que también habían decidido como nosotros salir de la ciudad.
Encontrar transporte se convirtió en un caos, no había pasaje en autobús. Por fin, después de esperar varias horas, logramos montarnos en dos carros y partir rumbo al sur, hacia Punta de Mata.
Después de recorrer las sabanas orientales, un hermoso paisaje, llegamos al pueblo, cuando ya estaba oscureciendo.
La casa era grande, pero hacía mucho calor y unos mosquitos muy pequeños que les dicen jejenes o puri puri, no nos dejaron dormir esa noche a pesar de lo cansados que estábamos.
Mi hija mayor estaba fastidiada.
–Por eso es que yo no quería venir, mamá, este calor es horrible y los zancudos me estan picando mucho. –Los brazos los tenia rojos de tanto rascarse.
–Hija, tenemos que adaptarnos. Toma echense repelente.
Pero eso no servía de nada contra los jejenes o puri puri que te dejan un puntito de sangre en la piel. Y al día siguiente estábamos con muchas marcas. Los mosquitos se dieron un festín con nuestra sangre.
Para colmo de males, porque, como dice el dicho, "nunca llueve, pero cuando llueve es a cántaros", a mi hija le robaron el teléfono.
La casa tenía adelante un porche y un pasillo a un lado que conducía a la puerta principal, que generalmente se mantenía sin cerrar. Era una costumbre de los habitantes de este y otros pueblos de la región mantener la puerta de sus casas abiertas durante el día, porque había mucha tranquilidad y seguridad, pero esto cambió con los años, con la llegada de personas de otras regiones del país.
En horas de la tarde, mi hija estaba sentada en un muro en el frente de la casa, un poco aburrida, cargando su teléfono. Un hombre que venía en una bicicleta, se detuvo en la calle, la vio sola, entró a la casa y amenazándola con una pistola, le quitó el teléfono. Mi esposo y otros familiares, al escuchar los gritos, salieron del interior de la casa.
–¿Por donde se fue el ladrón? le preguntó mi esposo.
–Hacia alla, anda en una bicicleta
Salieron un grupo a buscarlo pero este se metió en una zona muy peligrosa y no se pudo hacer nada.
Eso fue un momento desagradable que pudo haber sido peor, solo se perdió un teléfono y nadie salió herido. Pero mi hija estaba muy molesta y triste.
Pero así como parecía que estos eventos desafortunados iban a afectar nuestras vacaciones, la familia de mi esposo decidió que no sería así y entre todos planificaron una serie de actividades y paseos para alegrarnos los siguientes días.
Nos llevaron a conocer un río muy grande y caudaloso donde nos bañamos agarrados de las manos para que la corriente no nos arrastrara y eso fue muy divertido. El fondo del río tenía muchas piedras y entre las caídas y las risas la pasamos muy bien. El lugar tenia una vegetacion muy frondosa, era hermoso.
Pasamos una tarde en la casa de un amigo que tenía una piscina que se llenaba con agua de río. Estuvimos un día en un club campestre de un tío donde mis hijas se bañaron en una piscina y allí comimos las cachapas más grandes que he visto, con queso de mano.
Alquilaron un transporte para conocer un pueblo muy típico llamado Caicara de Maturín. En las noches, escuchábamos música venezolana y también rock de un grupo musical constituido por familiares y amigos, mientras comíamos filetes de sardina bien fritos con casabe y aguacate cosechados de los árboles del patio de la casa.
Y aunque el calor y los jejenes siguieron estando allí, la lluvia nos bendijo con unas noches frescas.
Regresamos a Maracay agradecidos de tantas atenciones y muestras de cariño y aunque el autobús donde viajábamos de noche, se tuvo que detener en un tramo de la carretera un poco peligroso, no fue por mucho tiempo y, como un ángel enviado para cuidarnos, un guardia de carretera se mantuvo allí hasta que se resolvió el problema y pudimos llegar con las marcas de las picaduras y bronceados por el sol, pero sanos y salvos a nuestro hogar.
La traducción al inglés la realicé en www.deepl.com
Mosquito and heat? Such a terrible combination, those two are bad ass, even if you managed to sleep mosquitoe's noise and bite would take peace away from you.
Very much agree with you, the ringing in the ears can be worse than the bites.
Thank you very much @emreal
A lot really went down. It was meant to be a fun trip, but then it was mixed with some unwanted events. I wonder how your daughter felt after the phone theft. If it were me, the whole trip would have just seemed like a total punishment.
Well, glad you were all okay, some adventures are like that.
Greetings!
Hahaha well I think that trip was a nightmare for her and she didn't want to go back.
Thank you very much @ for your comment.
Regards ✨️
A holiday to remember. Bad luck was with you on your journey through those places, luckily you finished the holiday without further setbacks and returned home safe and sound.
Thanks for sharing your experience with us.
Excellent day.
So it was, there were setbacks but also good things.
Many thanks to you @rinconpoetico7 for reading and commenting on my post.
Thank so much @theinkwell 🌻
Trust me this is what we are dealing with currently, a combination of mosquito and an unconducive weather is a lot to deal with.
That's right @offia66. Both are difficult to control.
Greetings and thank you very much for commenting.