Efecto Mozart ¿Dopaje cerebral?

in Musicforlife 🎶4 years ago



Todos hemos oído alguna vez sobre padres que les ponen música clásica a sus hijos (algunos ya desde el vientre) para fomentar el desarrollo de su inteligencia ¿de dónde viene esto? ¿qué hay de cierto? ¿estamos a tiempo de potenciar la nuestra? Intentaré contestar estas preguntas.

PRIMEROS ESTUDIOS

El primer registro que se tiene, es de un otorrinolaringólogo llamado Alfred A. Tomati, que aventuró algunas conjeturas respecto a la relación entre la música de Mozart y sus efectos en el cerebro, pero no fue hasta 1993, que se hizo el primer estudio serio. Rauscher, Shaw y Ky, científicos de la universidad de California, publicaron en 1993 su estudio en la revista Nature (una de las revistas científicas más prestigiosas). En el experimento exponían a tres grupos de estudiantes universitarios, a 10 minutos de diferentes estímulos, el primero a música de Mozart, el segundo a ruido blanco, y el tercero al silencio. Pasados los 10 minutos se los sometía a un test de razonamiento espacial, donde se observó que los del primer grupo lo resolvían con mayor éxito.

¿ESCUCHAR A MOZART INCREMENTA EL IQ?

Es aquí donde debemos ir con cuidado. Después de la publicación del estudio, aparecieron diferentes afirmaciones, como que por ejemplo el IQ se incrementaba en 8 puntos después de someterse a la sesión. Si eso fuese así, imaginaos lo que pasaría escuchándolo un día entero (1440 minutos al día, entre 10, multiplicado por 8… 1152 ¿sabíais que una persona promedio tiene un IQ entre 100-130?). Como podréis imaginaros, algo no cuadra. Resulta que el experimento sólo habla del razonamiento espacial, no del cociente de inteligencia y… dice que su acción es temporal, a los quince minutos no queda rastro del efecto Mozart.

NI MITO NI EFECTO PLACEBO, LA REALIDAD DETRÁS DEL EFECTO MOZART

Si bien no aumenta el cociente intelectual, sí que hay un efecto cuantificable ¿de qué se trata? La música de Mozart tiene un efecto positivo, son piezas muy alegres y estudios posteriores han demostrado que influye en el estado de ánimo y la alerta, en contraposición con piezas más lúgubres, y esta estimulación provoca que mejore la concentración. El estudio iba incluso más allá, y demostraba que este efecto se producía no sólo con las piezas de Mozart, sino también con música de diferentes estilos, siempre y cuando fuesen canciones que provocasen el mismo estado de ánimo en el oyente. Así que ya sabéis, si queréis mejorar vuestro razonamiento espacial, 10 minutos de alguna canción que os alegre el día y tendréis un booster de 15 minutos para arrasar.