Tyrone José González Orama
Rapero, cantante, compositor y activista social, Canserbero se convirtió en uno de los mayores exponentes del rap no comercial y traspasó las fronteras de su país natal, Venezuela, llegando a ser escuchado en gran parte de América Latina y España, antes de su muerte a principios de 2015. En esta ocasión, analizaremos su biografía y la influencia que ejerció sobre el panorama del hip hop hispano.
Tyrone José González Orama nació el 11 de marzo de 1988 en la ciudad de Caracas (Venezuela), en el seno de una familia muy humilde. A los cuatro años de edad, Tyrone se muda junto con sus padres, José Rafael González y Leticia Oramas, a Palo Negro, en Macaray, donde pasa su infancia y adolescencia. Heredó de su padre su amor por la música, pues ya desde temprana edad escuchaban juntos grupos de rock como The Beatles, The Who, Pink Floyd, The Rolling Stones, Led Zeppelin y Queen, entre muchos otros. En 1997, con tan sólo 9 años, tuvo que hacerle frente a un hecho que cambiaría su vida para siempre: la muerte de su madre.
El joven Tyrone empezó a refugiarse en la música, especialmente en el hip hop y con 11 años adoptó como sobrenombre Canserbero, aludiendo su gran interés en la mitología griega y, especialmente, en Cerbero (también conocido como Can Cerbero), el perro del dios Hades, encargado de guardar el inframundo y vigilar que los muertos no salieran y los vivos no entraran en él. A pesar de que a lo largo de los años adoptó numerosos seudónimos como El Chamo González, Catire, El Último Poeta Hardcore o Índigo, Canserbero se convertiría en su nombre artístico por excelencia.
Tyrone conoció a Blackamikase y al productor Afromak allá por el año 1999 y juntos formaron la banda Códigos de Barrio, pero por falta de recursos económicos solamente pudieron grabar tres temas. Fue en el año 2000 cuando Tyrone tuvo que afrontar otra desgracia que influyó enormemente en su música: el asesinato de su medio hermano. En ese momento, sus letras empezaron a verse influenciadas por géneros musicales extremadamente críticos como el hard rock y el hip hop de finales de los 90’s.
Mientras estudiaba conoció a Marlon Morales, artísticamente conocido como Lil Supa, quien le invitaría a formar parte del proyecto “Basyco, Base y Contenido”, junto con otros artistas de la escena del rap venezolano y que más tarde se convertirían en la escuela del Rap Consciente. Asimismo, grabó un álbum titulado Can+Zoo, que tendría un enorme impacto en América Latina.
En el año 2010 dio a luz a su primer álbum en solitario llamado Vida, junto con su gran amigo y productor KPU. Con este disco ganó el galardón al Mejor Artista Hip Hop en los Premios Dixtorxión y el nombre de Canserbero empezó a cobrar fama en Latinoamérica. Está formado por 17 temas que invitan a la reflexión, inspirados en el rap consciencia y que tratan temas como la protesta social, el amor, la religión y que todavía hoy, logran tocar el alma de quienes los escuchan. Entre ellos, encontramos clásicos como “Mucho Gusto”, “Aceptas”, “Pensando en ti”, “Perdiendo la Fe” y “Ley de Hielo”.
Su segundo disco como solista fue editado dos años después, en 2012, y viene a ser una continuación del primero, por lo que Tyrone lo bautizó como Muerte. Cuenta con 14 canciones que lidian temas como la muerte, la violencia, el crimen y el desamor. Recordemos que el venezolano nació en un barrio pobre “donde hasta las niñas tienen que ser hombres”, y, como ya sabemos, tuvo que enfrentarse a la pérdida de dos de sus seres queridos. Todo lo que se le pasaba por la cabeza, Canserbero lo plasmaba en sus letras. Escribió temas como “Llovía”, “Un día en el barrio” o “Mundo de piedra”, duras críticas a la situación social de Venezuela y sus problemas de violencia y corrupción. Como dice la última frase de “Mundo de piedra”: «La sociedad se pierde en una indetenible decadencia de valores».
Canserbero era un joven extremadamente sincero y curioso, se pasaba horas y horas leyendo y reflejaba su cultura en sus letras. “Es Épico”, una de sus canciones más conocidas, narra su viaje al infierno tras haber matado al asesino de su hermano. En ella, el Chamo González hace referencia a Caronte –el barquero de Hades–, a Canserbero y a los nueve círculos del infierno de Dante Alighieri. A lo largo de sus discos, Can pretende hacernos entender que la muerte, tal y como él dice, “no es más que una vida invertida”, por lo que es recordado por muchos como “el poeta de la muerte”.
La mañana del 20 de enero de 2015, el cuerpo de Tyrone José González fue encontrado sin vida en la urbanización Andrés Bello, en Maracay. En un primer momento, los medios venezolanos afirmaron que se trataba de un suicidio. La hipótesis “oficial” fue que el artista sufría de esquizofrenia y apuñaló a su amigo y compañero Carlos Molnar (quien residía con su esposa e hija en el mismo edificio) hasta matarlo, para luego lanzarse por el décimo piso de dicho apartamento. Sin embargo, la familia de Ty negó en todo momento que sufriera de trastornos mentales y sus amigos más cercanos lucharon, sin éxito alguno, con el fin de que no se difundiera la versión oficial. Hubo una gran cantidad de incongruencias en el caso de su muerte y, a día de hoy, los hechos siguen siendo confusos. Lamentablemente, nunca sabremos qué pasó en realidad.
A pesar de que Can dejó este mundo hace más de cinco años, hoy sus letras lo hacen sentir vivo. Dejó una huella imborrable en el movimiento y su legado, definitivamente, se mantendrá intacto, pues todavía hoy es nombrado en muchas batallas y competiciones de rap improvisado. Logró convertirse en uno de los máximos exponentes del rap consciente y poco a poco, su leyenda se extiende entre los seguidores de esta cultura que no tuvieron la oportunidad de escucharlo en vida.
Excelente publicación y selección de temas para recordar al fenomenal Cancerbero amigo.
Es Lamentable que el mundo de la música haya perdido a Cancerbero y Molnar esa misma noche.