Me toca hacer de mujer en una obra teatral

Mandaron un invitación desde una sala de teatro y me apunté. Jamás he hecho teatro en mi vida, así que fue interesante.
Mi grupo estaba lleno de personalidades. Había un chica con demasiada energía. Era a la única que podías escuchar al otro lado del pasillo mientras hablaba antes de entrar a la sala de ensayo. Había un joven que estaba dibujando. Y lo había muy bien si me preguntan. Era tímido. Yo conocías a una chica del grupo y me quedé echando broma hasta el momento del ensayo.
La espera se prendió un poco ya que el profesor o, mejor dicho, el director de la obra llegó una hora tarde. Estuve a punto de irme pero el director llegó justo en el último minuto.
Actuar es interesante. Al principio me di algo de pena, pero creo que de eso se trata: ignorar esa sensación de vergüenza y darle vida al personaje que te toque. Así que lo intenté.
Debo regresar el lunes que viene a profundizar en la escena que estemos trabajando. Aparentemente me va a tocar hacer de mujer en la primera obra teatral en la que participaré en mi vida. No sé si estoy de acuerdo. Pero tampoco se si debería estarlo. A fin de cuentas, uno tiene que hacer el papel que le den.

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