¿Cómo afecta a la literatura los asuntos “extraliterarios” parte 3

in Literatos3 days ago

Incorrecta valorización de los autores

Otro aspecto extra literario que atenta contra la calidad de la literatura cubana es la incorrecta valorización de las obras, al valorarlas por el nombre del autor.
¿Dónde se ve esto? Un ejemplo es en las publicaciones (las escasas que hay). Cuando una editorial recibe varios manuscritos para valoración, los libros de los autores con más renombre (por fama mediática o histórica) tienen prioridad sobre aquellos que aún no son considerados de renombre. En otro país, con un mercado editorial funcional, esto sería una estrategia de marketing efectiva, ya que solo el nombre vendería.
No obstante, siempre se buscaría ese mínimo de calidad que exige la editorial. Sino, ni por el nombre fuera publicado. Pero, en nuestra tierra, donde no existe un mercado editorial, debido a que uno de los logros de la revolución fue la búsqueda de poner la mejor literatura cubana y universal al alcance de todos, y no lucrar con la literatura; esta práctica, si no va acompañada por la calidad, no tiene sentido.
Por eso se observan en los estantes de bibliotecas de todo el país, decenas de títulos de autores “famosos” o “reconocidos” con libros que nadie quiere leer. En ocasiones, estos nombres priorizados le quitan la posibilidad de ver la luz a títulos que podrían tener mayor aceptación del público. Lee quitan la posibilidad a autores desconocidos, a volverse conocidos.
Otra forma de valoración incorrecta de los autores es la que ocurre en los concursos literarios. Un ejemplo de esto es el concurso de cuento iberoamericano Julio Cortázar. En este certamen se reciben las obras sin seudónimo. Luego los organizadores realizan una criba, donde las obras de esos nombres que estos desconozcan, no llegan al jurado. No siempre sucede esto, pero sí en la mayoría de los casos. Por tal razón, es posible que el mejor cuento no haya sobrevivido a la selección.
Por tal razón, el llamado “mejor cuento de Iberoamérica”, en realidad nunca lo es. No realmente.
Por otro lado, y siguiendo con el ejemplo de la Institución X, sabemos que hay tarifas fijas impuestas. Estas son de $600.00 pesos, si no eres de la UNEAC y $700.00, si lo eres. No obstante, hay instituciones que, cuando viene un escritor de renombre, hacen excepciones y se les retribuye con una tarifa especial, mucho más alta, por ser una “personalidad”. Nuevamente, no se tiene en cuenta la calidad o cantidad de trabajo. Antes de que trabaje, ya la cifra está otorgada.
Tener estas consideraciones con las personalidades, no es algo que esté mal hecho o sea una aberración. Al contrario. A las personalidades hay que atenderlas como lo que son, porque se lo han ganado con la obra de la vida y se sobreentiende que, cualquier trabajo que realicen, debe ser de calidad.
Pero, esto no siempre es así. Donde más se ve es en los pagos por colaboraciones o espacios fijos que se realizan en toda la isla. En estos espacios es donde más se derrocha el presupuesto de forma continua y a la vista de todos. Hay personalidades que se mantienen leyendo los mismos textos durante años, sin variar. También está el caso de aquellas que, al contrario, se mantienen creando, pero sus creaciones distan de aquellas que le dieron el nombre aquel por el que se les paga con una cuantía superior a ese escritor, que, quizás, no tiene el renombre, pero sí una mejor obra en ese momento dado.
En la mayoría de las ocasiones, el importe del pago del trabajo ni siquiera depende de su calidad; tampoco de la cantidad de trabajo. Por ende, si leo cinco textos no debería cobrar lo mismo que el que leyó uno, aunque tengamos la misma calidad. Incluso, si mi trabajo tiene mayor calidad literaria que otros cinco, debería valer incluso más; y viceversa.

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El mercado de la literatura ha de ir de la mano de la mejor literatura pero siempre dando prioridad a los emergentes, esos serán el pilar de mañana.

Así mismo es.