De estos cuentos que no podemos dejar de leer está hecha la vida..
Me he quedado conectada desde las primeras letras a su relato de una manera subyugante.
Entre el momento de "merecer" y las apasionadas noches encerrados, hay una fuertísima carga erótica que transmites sin prejuicios y de manera muy natural... maravilloso...no sé porqué me acordé del Gabo.
Quiero leerte más.