Buen día para los miembros de la comunidad. Soy el usuario Altos en Hive, pero mi verdadero nombre es Alejandro Mendoza. Soy cubano y médico y bueno, acá estoy para enrolarme con ustedes en este maravilloso mundo de la escritura y la lectura.
Imagen tomada de Pixabay
ALAS DE MARIPOSA
El reloj marca las 3 de la tarde
la habitación estaba patas arribas,
todo era un desastre,
excepto la cama,
la cama era perfecta
y ni siquiera estaba demasiado hecha...
3:10 pm
Miraba el techo de la habitación
como si no existiera más,
se tumbaba de lado a lado
buscando su peluche
-Señor mono- decía...
3:25 pm
Por su mente vagaban
pensamientos "impropios" de una
señorita a su edad
Exploraba,
Descubría,
¡Gemía!
apretaba los labios
ambos a la vez...
3:27 pm
Ya no gime
grita,
una mano cubre su boca
y la otra cubre su sexo
siente cada vez más
no le gusta
le da asco
no se detiene
-No hasta acabar- decía...
3:30 pm
Su cuerpo perturbado bajo las sábanas,
rojo carmesí por todas estas,
una lágrima recorre sus mejillas
cayendo en sus temblorosos
labios de quinceañera
se retuerce,
Llora
El silencio inunda la habitación
mientras su padre se abrocha el cinturón.
El abuso sexual es una escena que se repite con una frecuencia creciente en nuestros tiempos. A pesar del avance de la humanidad en unas cuantas esferas, no existe una solución eficaz para frenar estos terribles actos. En el caso de los abusos a menores, los perpetradores suelen ser, en un gran porcentaje, familiares o personas cercanas a estos. El escrito que compartiré con ustedes es solo una historia ficticia, pero que se calza en la realidad de muchas personas de hoy. La autora, mi querida esposa, trató de evocar un recuerdo ajeno, y llevarlo a la más oscura y terrible realidad. Cuento con su permiso para compartir.
Para ustedes:
la habitación estaba patas arribas,
todo era un desastre,
excepto la cama,
la cama era perfecta
y ni siquiera estaba demasiado hecha...
como si no existiera más,
se tumbaba de lado a lado
buscando su peluche
-Señor mono- decía...
pensamientos "impropios" de una
señorita a su edad
Exploraba,
Descubría,
¡Gemía!
apretaba los labios
ambos a la vez...
grita,
una mano cubre su boca
y la otra cubre su sexo
siente cada vez más
no le gusta
le da asco
no se detiene
-No hasta acabar- decía...
rojo carmesí por todas estas,
una lágrima recorre sus mejillas
cayendo en sus temblorosos
labios de quinceañera
se retuerce,
Llora
El silencio inunda la habitación
mientras su padre se abrocha el cinturón.
Autora: Lisbet Rosales Pérez (mi esposa)
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