ESPAÑOL
Buenos días a todos. Hoy tengo el gusto de compartir mi participación en este 41° Concurso Hispaliterario convocado por @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, y @writingclub.
El tema de este concurso consiste en componer un relato de temática libre, donde se den estas dos condiciones:
1- Una lucha de poder por un pepino y
2- Una alegría por un talismán.
Hispaliterario 41 / Entre el pepino y el talismán. Agradecida por la invitación del equipo @hispaliterario, la extiendo a mis amigas, @belkyscabrera, @cirangela, @brujita18, @popurri, @evev, @issymarie2 y @beaescribe. Para todos los que deseen participar pueden hacerlo a través del siguiente enlace y seguir las reglas del concurso:
UNA COMPETENCIA PODEROSA
Corría la primera década del nuevo milenio, cuando sentado una madrugada frente a su escritorio y presionando con fuerza en su mano izquierda el talismán de su padre, el patriarca de la familia Hamilton, Don Salvador, redactaba su testamento en el que dejaba claramente dividida su fortuna y la empresa familiar, entre sus dos únicos hijos, con la firme condición de que todo les sería entregado si ambos continuaban unidos al frente de ésta.
Hamilton's vegetables, el negocio que había fundado y levantado su padre, Don Evaristo Hamilton, con esfuerzo y sacrificio, se tambaleaba un poco por su ausencia inevitable a causa de sus problemas de salud. Su hijo mayor, Fernando, se rehusaba a apoyarlo en sus negocios, pero bien que disfrutaba malgastar el producto de su trabajo, a diferencia de Alejandro, que tenía la disposición de colaborar con su padre pero aún estaba muy chico y no comprendía muchas cosas del mundo empresarial.
La madre de ambos, murió cuando Alejandro estaba muy pequeño, y su formación había estado respaldada por una nana y los criados de la mansión Hamilton. Fernando fue muy consentido por su madre, y en su ausencia se tornó muy rebelde, lo que alteraba más cada día el cansado corazón de Don Salvador.
Una de esas tardes en las que Alejandro se sentaba a conversar con su padre mientras éste se encontraba frente a su escritorio sumergido entre papeles, notó que por momentos apretaba con fuerza un extraño talismán dorado mientras cerraba sus ojos, y guardaba silencio por unos segundos. No era la primera vez que lo veía hacerlo, y entonces le preguntó:
— Papá, ¿Por qué siempre que estás nervioso aprietas ese objeto? ¿Qué es?
— Cosas de viejo, hijo. Creencia y fe en algo para retomar fuerzas —respondió Don Salvador.
— ¿Pero eso tiene algún poder? —recalcó el chico.
— ¡Quizás sí! Sólo sé que mi padre siempre lo hacía. Antes de morir me lo obsequió, y me dijo que cuando me sintiera agobiado, lo apretara con fuerza y orara en silencio, que las cosas mejorarían, y así he hecho siempre. Estoy seguro de que tiene algún poder pero desconozco cuál es —explicó el hombre a su hijo menor.
Aquella mañana lluviosa, mientras Alejandro estrujaba sus manos con ansiedad ante la lectura del testamento de su padre, y Fernando permanecía inmóvil con la mirada congelada y fija en el abogado de la familia, se dejaban escuchar cada una de las pautas de Don Salvador para que ambos hermanos tomaran posesión de los bienes y la fortuna de la familia, y sacaran la empresa de los altibajos que venía enfrentando.
Los bienes heredados consistían en una hacienda productora con una siembra muy amplia de vegetales que se distribuían en restaurantes muy importantes de la ciudad, ya que poseían un registro legal muy estricto y todos los estándares necesarios para convertirse en productos de calidad y los mejores de la región.
También poseían una empacadora en la ciudad, que era el sitio donde el producto llegaba desde la hacienda para ser revisado, procesado, empacado y distribuido. En ese mismo lugar se encontraban las oficinas de la empresa, y en la entrada un anuncio inmenso que decía: Hamilton's vegetables. C.A.
La empresa en los últimos meses tuvo una fuga de contratos, ya que Don Salvador por sus problemas de salud, no pudo abordar y solucionar algunas fallas que surgieron en la hacienda, y la competencia aprovechó ese quiebre para obtener esos clientes. El abogado habló seriamente con Fernando, y le manifestó que si no se ponía al frente, no podría tocar nada del dinero, y que si no buscaba formas de solventar las fallas que habían surgido, se vendrían poco a poco a la bancarrota.
Los días pasaban y entre los dos hermanos había más discusiones y distanciamiento que una posible unión para solucionar los problemas de la empresa, aunado a eso, que Fernando no podía tocar su herencia y estaba irritado. La nana, quien llevaba muchos años en la mansión, se sentó un día a hablar con ellos, y les hizo ver que más allá de lo que representaba el dinero, estaba la intención de su padre al condicionarlos para que crecieran como empresarios, y se unieran más como familia.
Les mostró un anuncio que acababa de encontrar, en el que promocionaban una competencia en la feria del pepino que se celebraría en la ciudad con motivo del Día mundial del pepino, y premiarían a las mejores exhibiciones. Esto incluía comidas exóticas, y muestras del producto para futuros contratos.
Los chicos se vieron a la cara y ambos a la vez le dieron un abrazo a la nana. Llamaron al abogado de su padre para hacerle saber su decisión, y que los apoyara. Les quedaba un mes para revisar la plantación, y ver si había que implementar alguna medida de emergencia, lo cierto era que para esa feria necesitaban tener los pepinos más hermosos de la región, como siempre había logrado su padre.
El abogado les hizo saber que había una empresa que estaba posicionada, y le había quitado muchos contratos a Hamilton's vegetables. Ése sería su competidor más difícil, así que iba a ser una lucha muy reñida para retomar el poder en el mercado. La empresa rival se llamaba Los reyes del pepino, y todos sus productos eran en base a ese rubro. Por lo que tenían que comenzar a trabajar desde ese momento si querían vencerlos.
Fernando expresó con un gesto cabizbajo:
— Sólo un milagro nos ayudaría.
— O un talismán —respondió Alejandro.
— ¿Un talismán? ¿De qué hablas? —preguntó su hermano.
— Del talismán que mi abuelo le regaló a nuestro padre y que él usaba cuando estaba en problemas. Aseguraba que tenía poderes —le explicó el chico.
— ¿En serio? ¿Y dónde está ese talismán? —preguntó el hermano mayor con ansiedad.
— No lo sé, hay que buscarlo. Siempre lo apretaba con fuerza cuando estaba en su escritorio. Debe estar allí —dijo Alejandro al mismo tiempo que corría hacia el despacho de su padre.
Todos comenzaron a revisar cada rincón del despacho, y por fin, al abrir un cofre que reposaba sobre la biblioteca, encontraron el objeto dorado. Ambos hicieron el ritual tal y como Don Salvador le explicó a Alejandro, oraron en silencio con los ojos cerrados, apretaron el talismán con fuerza, y pidieron ese milagro.
Llegó el día tan esperado, el ganador se llevaría un pepino de oro, el primer lugar en el mercado del pepino, y contratos con las mejores comercializadoras de la región. Habían trabajado sin descanso ese último mes, y la hacienda había producido su mejor cosecha de pepinos en mucho tiempo.
Fernando llevaba el talismán en su bolsillo, cada vez que alguien se acercaba a su exhibición, él lo apretaba con fuerza. Al final del día habían recibido muchos elogios y la gente estaba muy complacida con sus productos, pero el jurado tenía la última palabra. El gerente de la empresa rival se acercó a ellos y sólo expresó:
— ¡Un segundo lugar no es tan malo!
Y se fue riendo. Fernando sintió mucha impotencia, necesitaban ganar no sólo por darle su merecido a ese tipo tan arrogante, sino porque su papá lo merecía y no quería defraudarlo. Finalmente se colocaron frente a los competidores para dar el veredicto.
Los reyes del pepino, ya gritaban emocionados celebrando su triunfo. Fernando cerró sus ojos y apretó fortísimo el talismán en su bolsillo, oraba a su padre, se concentró únicamente en hablarle, pedirle perdón por sus errores y prometerle seguir trabajando con ahínco en la empresa. No había escuchado el veredicto del jurado por la concentración que tenía en su oración, hasta que escuchó los gritos eufóricos de su hermano y la nana, y cayó en cuenta que Hamilton's vegetables había ganado la competencia. Ignoró por completo los gestos de desagrado de los rivales y sus palabras despectivas, mientras se retiraban de la feria.
No lo podía creer, la lucha de poder por un pepino había sido lograda con éxito, y en su corazón sentía una profunda alegría por tener el talismán de su padre y haber tenido fe en él, y en su trabajo en equipo. Ahora Hamilton's vegetables sería nuevamente la empresa número uno de vegetales con la mejor calidad en toda la región. Y Fernando estaba satisfecho y orgulloso de estar al frente del negocio de la familia.
Autora: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)
ENGLISH
Good morning everyone. Today I am pleased to share my participation in this 41st Hispaliterario Contest called by @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, and @writingclub.
The theme of this contest is to compose a story of free theme, where these two conditions are given:
1- A power struggle for a cucumber and.
2- A joy for a talisman.
Hispaliterario 41 / Entre el pepino y el talismán. Grateful for the invitation from the @hispaliterario team, I extend it to my friends, @belkyscabrera, @cirangela, @brujita18, @popurri, @evev, @issymarie2 and @beaescribe. For all those who wish to participate you can do it through the following link and follow the contest rules:
A POWERFUL COMPETITION
It was the first decade of the new millennium, when sitting one morning in front of his desk and pressing hard on his left hand the talisman of his father, the patriarch of the Hamilton family, Don Salvador, drafted his will in which he left clearly divided his fortune and the family business, between his only two sons, with the firm condition that everything would be delivered to them if both continued united at the head of it.
Hamilton's vegetables, the business that his father, Don Evaristo Hamilton, had founded and built up with effort and sacrifice, was faltering a bit due to his unavoidable absence because of his health problems. His eldest son, Fernando, refused to support him in his business, but he enjoyed wasting the product of his work, unlike Alejandro, who was willing to collaborate with his father but was still very young and did not understand many things about the business world.
Their mother died when Alejandro was very young, and his upbringing had been supported by a nanny and the servants of the Hamilton mansion. Fernando was very spoiled by his mother, and in her absence he became very rebellious, which upset Don Salvador's tired heart more and more every day.
One of those afternoons when Alejandro sat down to talk with his father while the latter was in front of his desk immersed in papers, he noticed that at times he was tightly clutching a strange golden talisman while closing his eyes and keeping silent for a few seconds. It was not the first time she saw him do it, and then she asked him:
- Dad, why do you always squeeze that object whenever you're nervous? What is it?
- Old man stuff, son. Belief and faith in something to regain strength,” answered Don Salvador.
- But does it have any power? -said the boy.
- Maybe it does! I only know that my father always used to do it. Before he died he gave it to me as a gift, and he told me that when I felt overwhelmed, to hold it tightly and pray silently, that things would get better, and I have always done so. I'm sure it has some power but I don't know what it is,” the man explained to his youngest son.
That rainy morning, while Alejandro wrung his hands anxiously before the reading of his father's will, and Fernando remained motionless with his eyes frozen and fixed on the family lawyer, they listened to each of Don Salvador's guidelines for both brothers to take possession of the family's assets and fortune, and to get the company out of the ups and downs it had been facing.
The inherited assets consisted of a producing hacienda with a very large planting of vegetables that were distributed in very important restaurants in the city, since they had a very strict legal registration and all the necessary standards to become quality products and the best in the region.
They also owned a packing house in the city, which was the place where the product arrived from the farm to be checked, processed, packed and distributed. The company's offices were located in the same place, and at the entrance there was a huge sign that read: Hamilton's vegetables. C.A.
The company in recent months had a leak of contracts, since Don Salvador, due to his health problems, could not address and solve some failures that arose in the farm, and the competition took advantage of that break to get those customers. The lawyer spoke seriously with Fernando, and told him that if he did not take the lead, he would not be able to touch any of the money, and that if he did not look for ways to solve the failures that had arisen, they would gradually go bankrupt.
The days passed and between the two brothers there were more arguments and distancing than a possible union to solve the problems of the company, added to that, Fernando could not touch his inheritance and was irritated. The nanny, who had been in the mansion for many years, sat down one day to talk to them, and made them see that beyond what the money represented, it was their father's intention to condition them to grow as businessmen, and to unite more as a family.
He showed them an advertisement he had just found, promoting a cucumber fair competition to be held in town for World Cucumber Day, and awarding prizes for the best exhibits. This included exotic foods, and samples of the product for future contracts.
The boys looked each other in the face and both at the same time gave the nanny a hug. They called their father's lawyer to let him know their decision, and that he would support them. They had a month left to review the plantation, and see if any emergency measure had to be implemented, the truth was that for that fair they needed to have the most beautiful cucumbers in the region, as their father had always achieved.
The lawyer let them know that there was a company that was positioned, and had taken many contracts away from Hamilton's vegetables. That would be their toughest competitor, so it was going to be a very close fight to regain power in the market. The rival company was called The Cucumber Kings, and all of their products were cucumber-based. So they had to start working from that moment on if they wanted to beat them.
Fernando expressed with a crestfallen expression:
- Only a miracle would help us.
- Or a talisman,” answered Alexander.
- A talisman? What are you talking about? -asked his brother.
- The talisman that my grandfather gave our father and that he used when he was in trouble. He claimed it had powers,” the boy explained.
- Really? And where is this talisman? -asked the older brother anxiously.
- I don't know, we have to look for it. He always pressed it hard when it was on his desk. It must be there,” said Alejandro as he ran to his father's office.
They all began to search every corner of the office, and finally, when they opened a chest that rested on the bookcase, they found the golden object. They both did the ritual as Don Salvador explained to Alejandro, prayed silently with their eyes closed, pressed the talisman tightly, and asked for the miracle.
The long awaited day arrived, the winner would win a golden cucumber, the first place in the cucumber market, and contracts with the best marketers in the region.They had worked tirelessly that last month, and the farm had produced its best cucumber crop in a long time.
Fernando carried the talisman in his pocket, and every time someone approached his display, he squeezed it tightly. At the end of the day they had received many compliments and people were very pleased with their products, but the jury had the last word. The manager of the rival company approached them and just expressed:
- A second place is not so bad!
And he left laughing. Fernando felt very helpless, they needed to win not only to give that arrogant guy what he deserved, but also because his dad deserved it and he didn't want to let him down. Finally they stood in front of the competitors to give the verdict.
The cucumber kings were already shouting excitedly celebrating their triumph. Fernando closed his eyes and tightly pressed the talisman in his pocket, he prayed to his father, he concentrated only on talking to him, asking him for forgiveness for his mistakes and promising to continue working hard in the company. She had not heard the jury's verdict because she was concentrating on her prayer, until she heard the euphoric shouts of her brother and the nanny, and realized that Hamilton's vegetables had won the competition. She completely ignored her rivals' gestures of displeasure and their disparaging words as they left the fair.
He couldn't believe it, the power struggle for a cucumber had been successfully accomplished, and in his heart he felt a deep joy for having his father's talisman and having had faith in him and his teamwork. Now Hamilton's vegetables would once again be the number one vegetable company with the best quality in the entire region. And Fernando was pleased and proud to be at the helm of the family business.
Author: Ana C. Rivero Foucault - Venezuela.
FUENTES DE IMÁGENES // IMAGE SOURCES
Pepinillos en vinagre - Pickled gherkins // Pixabay ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ Contenido Original del Autor ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ Original Author Content
Campo - Field // Pixabay
Amuleto - Amulet // Pixabay
Funeral - Pixabay
Aplicaciones: Canva, PhotoScape, Instagram, Inshot y Pixiz.
Traducción: Deepl Traductor www.DeepL.com/Translator
Las imágenes personales son tomadas con un dispositivo móvil Android Redmi 13 de mi propiedad.
Las imágenes utilizadas en los banners, minibanners, gifs y separadores, son cortesía de Pixabay.
Derechos Reservados del Autor: @annafenix (2021 – 2025)
Applications: Canva, PhotoScape, Instagram, Inshot and Pixiz.
Translation: Deepl Translator www.DeepL.com/Translator
Personal images are taken with an Android Redmi 13 mobile device owned by me.
Images used in banners, minibanners, gifs and separators, are courtesy of Pixabay.
© Copyright: @annafenix (2021 - 2025)
¡Excelente historia amiga! me mantuvo interesada desde el principio hasta el final, sin desperdicio 👏👏👏. Mucha suerte amiga, gracias por la invitacion, saludos!
Gracias amiga, me alegra que te haya gustado.
Un placer invitarte, espero leer pronto tu historia.
Saludos!!