No quería mostrar miedo a mis enemigos, pero me preocupaba el pánico que podía generar mi cuerpo cuando mi verdugo saliera al campo y me apuntara, no quería mostrarme como un cobarde ante la muerte o la tortura que tal vez tenían planeada para mí, porque siempre fui un tipo duro al que nunca vieron débil.
Hace dos días me rendí a lo inevitable, cuando me capturaron en esa plaza después de esconderme por más de tres semanas, finalmente un soplón compartió mi ubicación y me encontraron, desde entonces estoy aquí encerrado en este sótano asqueroso infectado de ratas. Cuando cierro los ojos, me vienen a la cabeza fragmentos de mi vida como especies de una larga secuencia de diapositivas rodando a cámara lenta, y al abrirlos sigo recorriendo todo este pequeño espacio rompiéndome la cabeza pensando si todo esto ha merecido la pena. Definitivamente creo que puedo afrontar lo inevitable, pero no me perdonaría darles el placer de verme temblar de miedo o derramar lágrimas ante el susto del sufrimiento que se avecina.
—Es extraño verte encerrado como un animal, dime algo Pablo, ¿valió la pena lo que hiciste? ¿Qué se siente al traicionar al jefe? ¿Realmente pensaste que podías salir de la organización, así nomás? —pregunta tranquilamente el hombre de la puerta.
—El hecho de estar encerrado aquí significa que es posible salir de toda esta basura y por supuesto que valió la pena, si pudiera retroceder en el tiempo lo hubiera intentado mucho antes o simplemente nunca hubiera entrado.
—Nunca he escuchado a un traidor decir eso, la mayoría en tu posición lo único que hacen cuando pisan este sótano es pedir clemencia y el jefe es tan bueno que se la concede, ¿sabes con qué? con la muerte, pero si te soy sincero, la muerte no es para ti, no veo miedo en tus ojos Pablo.
—Acabas de mencionarlo, la muerte es un escape, el verdadero sufrimiento es estar vivo, cada mañana cuando te levantas y piensas en toda la mierda que acumulas en tu cabeza es una razón más para querer escapar de este miserable mundo. No me arrepiento de escapar, lo volvería a hacer si fuera posible.
Aquel hombre que estaba detrás de la puerta era la mano derecha del Turco, él se quedó un momento mirándome, tal vez intentando convencerse de que yo era un caso perdido, o tal vez le dolía que yo, su mejor amigo, estuviera condenado. Luego se marchó sin decir nada más.
El Turco es el jefe de la mafia en esta ciudad, es un hombre muy temido que se ha ganado su fama por distribuir su droga a nivel nacional e internacional y también por cortar las cabezas de sus enemigos y abrirles el estómago para luego coserlos, eso es sólo una pequeña muestra de todas las espantosas muertes y torturas que causa a quienes lo traicionan o se creen más poderosos que él.
En fin, lo más extraño que he notado desde que estoy encerrado, es ver como todos los que se acercan acá me miran con tristeza, me hacen sentir bastante extraño, incluso la forma en que me miraba el Turco era idéntica a la de los demás, y la verdad es que no tiene expresiones porque siempre se ve frío, no sé por qué he llegado a pensar que recuerda todas las veces que lo he salvado en todos los atentados que ha sufrido. Definitivamente es bastante difícil ser escolta de un tipo al que muchos odian....
¡Rayos! Me he quedado dormido y me acaban de pedir que me desnude excepto la ropa interior, ¿Qué, ya es la hora? van a llevarme al campo (espacio donde mueren los traidores) no puedo evitar contraer los músculos de mi cuerpo, todo esto me ha pillado por sorpresa estaba convencido de que sería por la mañana no hoy.
El chasquido de la cerradura al abrirse hizo que mi corazón latiera más, uno de los hombres encargados de escoltarme me pidió que saliera y apoyara las manos en la pared para comprobar si tenía algún objeto o arma con la que pudiera defenderme ahí fuera, noté que la pared estaba caliente eso significa que el sol aún estaba haciendo de las suyas quizás eran las 2 de la tarde, en ese momento pensé que al otro lado estaba la libertad y aunque me imaginaba un día caluroso tenía frío, posiblemente el frío que trae la muerte al estar cerca o llevarte con ella.
No me queda más remedio que obedecer todo lo que me piden, no hay otra cosa que hacer. Continuamos por un largo pasillo, sentía mis pasos muy pesados y me repetía a mí mismo que no debía bajar la mirada, vamos Pablo mira al frente, no muestres debilidad ahora.
De repente, una luz comenzó a aparecer al final de aquel pasillo, mi destino se acercaba, millones de recuerdos volvieron a pasar por mi cabeza, recordé a mi madre y a mi novia y me imaginé que me esperaban después de la muerte y una leve sonrisa se dibujó en mi rostro. De pronto, el escolta me agarra por el cuello y me empuja, eso corta mi sonrisa de golpe y me doy cuenta de que ya estoy más cerca de lo que esperaría.
—¿Estás listo, traidor? —pregunta el hombre.
Yo sentí que divagaba, no en pensamientos tristes sino en la forma tan extraña de sus ojos y la señales que me hacía aquel hombre.
—Lo estoy -Dije.
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Muy actual el tema y más con los casos que están reventando en Venezuela.
Mis saludos, siempre es un placer leerte, feliz día.Saludos, espero estés bien, @aremontilla, un placer leerte de nuevo, este relato me trajo ciertos recuerdos que me llevaron a otros textos a nivel de recuerdos.
Hola @osomar357 muchas gracias por pasar y leerme. Espero que todo esté bien en tu vida. Saludos y que tengas lindo día.
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Hola @es-literatos muchas gracias. Saludos
Un relato exquisito, que te traslada al escenario. Felicidades.
Bendiciones.
Hola @arturocajoti86 gracias por leer y comentar. Bendiciones para ti también. Saludos.