Gente buena de Hive: Como lo prometido es deuda, aquí les traigo otro poema en una forma clásica; como en el post anterior, es un soneto.
Espero que les guste.
Tiene a cuestas la impaciencia del mar
Y la feroz mirada del follaje.
Vuelve a las tímidas olas del cantar
Con su ritmo de sordo y vil lenguaje.
Así, con pretensión de ser su amante,
Se acurrucó sereno y caprichoso
Y quiso ser un pétalo, un instante
La flor constante, un tallo silencioso.
Ven, tú, dijo una amante voz melosa
Ven siempre, pequeña y temblorosa,
Y cálmame los ojos, amor mío.
Nada será tan fuerte como el lazo,
Como el tibio resplandor de tus abrazos.
Guárdame allí tu sed, ¡oh, manso río!
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Un soneto que refleja muy bien el espíritu con el que se encuentran los contrarios.
Hermosa imagen que muestra la unión de las aguas dulces con las saladas.
Gracias por este poema, @cantantecumanes!
Gracias, Graciela. Celebro que esa imagen te produjera algo. Abrazo fuerte.
Gracias a ti por leerme y disculpa la tardanza en responder. Un abrazo Graciela.