Fuente
Aceituna
del martini seco de tu existencia,
sintetizando en ese instante tu vida
llena de giros inesperados
y un final trágico,
pero al menos diluido en alcohol.
y anclada a este mar etílico
de vermut y de ginebra,
ya no sientes más que extrañeza
ante la ausencia de un corazón
que sin darte cuenta, se te arrebató.
a lo lejos escuchas una voz
extrañamente familiar,
y a la vez ajena,
que sabes protagonista
de tu última escena, decir:
"Soy Bond, James Bond".
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.