Allí estaba yo
en el frescor de la noche en la plaza
con la mirada fija en la luna
y el sonido de los patines de los niños
y la brisa helada.
Allí estaba embriagado de muchos recuerdos.
La luna me miraba con nostalgia
y escondía su sentimiento de amor.
Lloré en la noche en la plaza
y la brisa fría secó mis lágrimas.
En mi mente un pensamiento nostálgico
y una imaginación inquieta que no se detenía.
Lloré en el recuerdo de mi madre muerta
y en el recuerdo de mi hijo que emigró a otra tierra.
Recordé el adiós de mi tierna esposa
y el desierto de mi triste corazón.
La partida de mi madre fue como un cuchillo
en el centro de mi corazón
El adiós de mi hijo fue un poderoso dardo de dolor.
Miré a la luna
y ella conocía mi dolor.
Escuché los llantos de los niños
y jugaban a las escondidas en su inocencia.
La fría noche congeló mi corazón herido
y congeló mis pensamientos en la nostalgia.
Así llegó la noche de Navidad
y quedé atrapado en la fría soledad.
Se va diciembre y con él mi tristeza.
La plaza estaba llena de jóvenes y niños.
La plaza estaba asolada de ancianos y sueños sin destino.
Estoy muerto en la fría noche del recuerdo.
Estoy muerto en la fría noche de diciembre.
Adiós a mis seres queridos
adiós a mi corazón herido.
Imagen source
Muy sentido poema, impregnado de una densa nostalgia. Bendiciones
Gracias hermano, por tus valorables palabras de sentimientos y reflexión.
Feliz tarde.
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Feliz tarde.