aves presurosas y distantes.
Debe ser esta noche Amor,
fragor de río crecido, neblina sobre el campo.
esta noche no tengo sino olvido del tiempo,
oscura forma cruel, halcón amenazante.

Solo tú eres luz y espiga y calle solitaria, reflejo de mi alma,
espérame en el trigo,
desbordada vertiente, rubia cabellera ondulante.
Mis manos son señuelos para ti, mis redes,
mis ojos, caminantes que recorren tus sendas
irisadas de lirios y cayenas, inclinadas y curvas.
Tú eres la tierra en que germina el río.
Lleno de truchas raudas, tus palabras
y tu boca silvestre fruta del camino, negras moras.
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Te amaré hasta que se esparza por mi morada el viento
que apagará el fuego de mis noches de infancia.
Régulo Briceño.
Gracias infinitas por leerme, por aceptarme durante unos minutos en sus corazones.
Gracias por su estímulo.
Saludos.