Concluida la batalla tomé mis sentimientos
y mis esperanzas,
y las encerré en un pequeño féretro
envuelto en una bandera blanca.
Lo enterré en lo profundo del alma
casi llegando al hueso.
Tomé hilo y cordel y cerré la llaga.
Pero persistió el dolor de la herida.
La traición de las lágrimas y los recuerdos
amenazaron con derrumbar la calma,
entonces adopté la estrategia del disimulo,
convertí mi sonrisa en un escudo
y transformé la indiferencia en espada.
Sabía que creerías la mentira
Sabía que caerías en la trampa.
No tenía nada que perder
ya me había alcanzado la muerte
cuando enterré un pequeño féretro
y una bandera blanca.
Créditos: El banner es mi diseño propio, lo creé con el programa Canva. La foto la saqué de pexels, tiene su fuente debajo.
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Bonito poema, mucho sentimiento en sus palabras.
¡Muchas gracias! Me alegro que te gustara. :)
Perdidas en lo profundo están muchas cosas que describes bien y le dan fuerza a las palabras...
Así es... ¡Gracias por leer y comentar! :)
Que bello, triste pero bello, es así, muchas veces aunque el sentimiento se entierra, queda la herida que recuerda lo que sucedió.
Me alegra que te gustara, amiga. Sabes que publicarlo fue un gran desafío porque no suelo escribir poemas y lo poco que tengo es muy personal. Me daba mucha vergüenza.