Hola, Félix
Sí, las memorias de esa edad, suelen ser muy vagas, al menos que sean significativas. Sabes, apartando las decembrinas, bueno no tanto, yo aún recuerdo parte de la conversación que sostuve con mi padre con motivo a mi hermana, quien acababa de nacer por allá, en un día de reyes del año del supuesto alunizaje del Apolo 11. Ella estuvo hospitalizada por culpa de un problema con la bilirrubina. Tan solo le llevo, un poco más de cuatro años. Volviendo a los grandes árboles, ahora, centro comercial que se precie, tiene uno. Supongo, que los de la cadena Sambil, sean los de mayor envergadura. Lo que no quiere decir, los más bonitos, más allá de sus orígenes de dudosa reputación. Se me ocurre, dar una vuelta, en busca del mejor en 2024 en la capital y sus adyacencias.
Saludos, mi amigo.
Una publicación que me complacerá leer siempre y cuando dispongas del tiempo y la gasolina.
Si te animas, no dejes de incluir un nacimiento. Tradición que guarda un profundo significado para mí y este año peligra, en la maleta solo se vino el Niño Jesús.
Un abrazo.
¡Ya veremos, mi amigo! ¡Ya veremos!
Que tengas un fabuloso día, en compañía de los tuyos.