Las dos princesas

in Literatos5 hours ago



La prometida del príncipe Elliot:
Les habían advertido sobre su belleza, esa capaz de deslumbrar a los clérigos y eruditos de la iglesia que intentaban desvanecer sus demonios. Muchos guerreros se atrevieron a enfrentarla mas sus gritos retumbaron entre las paredes podridas del antiguo palacio real.
El rey quería despojar a su hija de la horrible maldición, pagando una gran recompensa en oro a aquel capaz de devolverle su consciencia humana, la tez brillante y el color de los ojos. Muchos decían que estaban huecos, vacíos.
¿Por qué la hija del rey se comporta así? Los paseantes nocturnos sienten como arroja copas y sillas, lo revuelve todo en la maldita cocina, se lamenta, deseando no existir.
Antes era feliz, cuando el gentil campesino Carnot le regalaba frutas y pasaban horas mirándose, deleitándose en un futuro atrevido.
La heredera del reino:
¿Por qué nadie entra al salón de los espejos? ¿Qué tienen miedo de ver ahí? Las luces brillantes son capaces de teñirlo todo de colores, de seguro vuestros ojos temen caminar sobre el abismo de la oscuridad.
¿Y la princesa? ¿Por qué no entra al laberinto de reflejos propios? Ella es tan bella, es mejor que la princesa no tema, el alma no se refleja en los cristales.
Cansada de andar por el palacio descalza encuentra el salón de los espejos por enésima ocasión, siente deseos de entrar y se conmueve, algo ruge en su interior como el viento lo hace al entrar por las ventanas altas del reino. Nadie sabe por qué no quiere entrar la princesa, solo ella sabe y nadie más.
Cansada de temer irrumpe en el salón iluminado, su cabello negro se mece como noche revuelta. Torbellinos de imágenes inundan su mente, el pasado y sus deseos. La princesa se detiene justo delante del más grande de todos los espejos, descubre que su alma está desnuda cual pecho guerrero en el combate de los hambrientos. El espejo refleja su cuerpo, mas ella sigue viendo manchas de sangre.


Tanto las imágenes como el contenido son de mi autoría

Sort:  

Buena historia.

Excellente