Se vende esta casa
Como a la media hora se escucharon las voces de unos niños que corrían bajando por las escaleras mientras pegaban contra el piso una pelota que rebotaba cada tanto. El bullicio infantil se quedó en la planta baja y por lo visto los niños estaban por toda la sala. Al principio eran pura risas y gritos, pero de repente se escuchó un llanto. Las risas siguieron, pero el llanto se hizo más sonoro y destemplado como si le hubiesen aumentado el volumen al que estaba llorando.
Las risas se aplacaron por un momento y el que lloraba comenzó un lamento largo, muy sutil, casi un sollozo. En ese instante se comenzó a escuchar una canción infantil cantada por una mujer. El que lloraba hizo silencio. La voz materna era adormecedora y tierna, como si cantara para adentro. Era la voz suave de la mujer que cantaba el único ruido a esa hora. Cuando la mujer terminó de cantar, se escucharon nuevamente los niños correr por las escaleras, ahora subiendo hacia los cuartos. Volvió el ruido de las puertas al cerrarse, una, dos, tres veces. No se sabía si entraban o salían nuevamente
Cada mañana, la gente circulaba por la parte frontal de aquella casa vacía, oscura, desconociendo lo que pasaba cada noche en ella y solo viendo un letrero grande al frente que decía: SE VENDE.
Pues la casa tal y como se muestra en la fotografía, me parece muy sugerente. E incluso me pensaría el comprarla, si no fuera por la egrégora compañía del interior, que como en el film de Amenábar, 'Los otros', no deben de haberse enterado todavía de que ya no pertenecen a este plano. Lo único que faltaba, es que te encontraras también con la dichosa muñequita esa tan de moda actualmente, Annabelle, para convencerte que no hay nada mejor que una tienda de campaña y si es de una plaza, mucho mejor todavía. Opinión que no resta, desde luego, mérito a tan buen relato. Abrazos
Jajajaja. Como con las personas, mi estimado amigo @juancar347,nunca hay que dejarse llevar por la fachada! Abrazos para ti ;)