Ficción: El vuelo de la novia/ The flight of the bride (ESP/ ENG)

in Literatos8 hours ago (edited)


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El vuelo de la novia

Fue a la hora de la cena, cuando el padre de Ana sacó del bolsillo de su camisa un pasaje aéreo e informó, como se informa el clima del día:

_Dentro de dos semanas, conocerás a tu esposo. -apuntó mientras seguía picando un pedazo de carne que había en su plato.

Las manos de la madre se quedaron paralizadas por un momento y los ojos bajaron sin poder mirar a su hija de frente. Intentó decir algo, pero supo que cualquier comentario podría desencadenar una tormenta, así que decidió guardar silencio. Consciente de la bomba que había lanzado, el padre tampoco se atrevió a añardir palabras. Ana, herida a muerte, pidió permiso para retirarse: era tan grande el nudo de su garganta, que ni el agua podía tomarse.

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Al día siguiente, Ana tuvo la sensación de haber muerto. No quiso levantarse de la cama y su madre la creyó enferma, por eso entró a la habitación para verla:

_¿Te sientes mal? ¿Te sucede algo? -fueron sus preguntas y Ana prefirió no decirle nada para que entendiera, por su silencio, el enojo y la tristeza que estaba sintiendo. Sin embargo, al no recibir respuesta, la madre pasó la mano por el cabello lacio y negro de su hija y luego salió de la habitación. Ana, ahora sí, no tuvo dudas de su muerte en vida.

Por la tarde, bajó y encontró que Randy, su amiga de toda la vida, estaba en la sala esperándola:

_Salgamos al jardín, que necesito respirar aire fresco. Las dos chicas salieron y fue entre los árboles, en los que muchas veces jugaron a ser pájaros, que Ana le confesó su amargura:

_Solo porque mis padres han prometido que sería la esposa de ese hombre, debo casarme. ¡Es injusto, Randy! -exclamó- Ese hombre ni me conoce, ni yo lo conozco.

_Injusto es lo que desean mis padres: debo viajar a Italia a trabajar para los viñedos de una vieja familia que ni conozco. Lo tuyo es un oasis en el desierto. Lo mío sí es una calamidad -afirmó Randy tomando un mechón de su cabello marrón entre los dedos y mirándolo como se mira un río pasar.

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A las dos semanas, en el aeropuerto de Beirut, la mano enjoyada de una chica, era besada por unos labios sonrientes y era admirada con verdadera devoción, por unos oscuros y negros ojos que miraban el cabello marrón asomarse por entre los pliegues de la pañoleta. Mientras que lejos de allí, en un pueblito pequeño de Italia, una pareja de ancianos, le daba la bienvenida a una sonriente muchacha, de larga cabellera negra y lacia, que solo después, mucho después, supieron que no se llamaba Randy.


HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS

[Versión en inglés]
The flight of the bride
It was at dinner time, when Ana's father took out of his shirt pocket an airline ticket and reported, as the weather of the day is reported:
In two weeks, you'll meet your husband, he noted as he continued to chop a piece of meat on his plate.
The mother's hands froze for a moment and her eyes lowered unable to look her daughter squarely in the face. She tried to say something, but knew that any comment could set off a storm, so she decided to remain silent. Aware of the bombshell he had dropped, the father did not dare to add words either. Ana, mortally wounded, asked permission to leave: the lump in her throat was so big that not even water could be drunk.
The next day, Ana felt as if she had died. She didn't want to get out of bed and her mother thought she was sick, so she went into the room to see her:
Are you feeling sick? Is something wrong? -were her questions and Ana preferred not to say anything to her so that she would understand, by her silence, the anger and sadness she was feeling. However, when she received no answer, her mother ran her hand through her daughter's straight, black hair and then left the room. Ana, now she had no doubts about her living death.
In the afternoon, she came downstairs to find Randy, her lifelong friend, in the living room waiting for her:
Let's go out to the garden, I need to breathe fresh air. The two girls went out and it was among the trees, where they often played at being birds, that Anne confessed her bitterness:
Just because my parents have promised that I would be that man's wife, I must get married. It's unfair, Randy! -She exclaimed, “That man doesn't know me, and I don't know him.
Unfair is what my parents want: I must travel to Italy to work for the vineyards of an old family I don't even know. Yours is an oasis in the desert. Mine is a calamity,” said Randy, taking a lock of his brown hair between his fingers and looking at it as one looks at a river flowing by.
Two weeks later, at the Beirut airport, the bejeweled hand of a girl was kissed by smiling lips and admired with true devotion by dark, black eyes that watched the brown hair peeking through the folds of the scarf. While far from there, in a small village in Italy, an old couple was welcoming a smiling girl, with long black and straight hair, that only later, much later, they knew that her name was not Randy.