Entrada al concurso de relatos de Literatos/ Vamos andando

in Literatos5 days ago

Relato de migración.

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Vamos andando


La frontera se ha convertido en el lugar de encuentro de todos aquellos que han tomado la decisión de salir, no importa hacia donde se dirijan. Es una vía en un solo sentido, huyendo de una realidad que los agobia.

Maury, no lo ha pensado mucho antes de tomar la decisión, sus amigos van con ella. Se acompañaran.

Pero no todo es como se sueña y se ha quedado sola en un país que no conoce, con gente extraña, con frío y soledad, pues sus amigos han decidido continuar hacia otro destino.

Y Maury se enfrenta a lo desconocido, y poco a poco va conociendo sus miedos.

Cada día baja del lugar donde ha alquilado una habitación en un barrio de Bogotá. Llega a la panaderia desayuna con pan. Las personas que atienden son amables y saben por su manera de hablar que ella es venezolana.

Llega a la plaza donde va a hacer lo que sabe muy bien y lo que le gusta... bailar. Pero siente vergüenza, porque esta vez va a bailar sin sus amigos y sin la música.

Su cuerpo se mueve al ritmo de la melodía que tiene en su cabeza, solo ella la escucha. Y baila durante todo el día para regresar a su habitación con el dinero que le han dado y que le permite sobrevivir.

Un día despues de bailar, Maury se sienta en las escalinatas de la plaza y allí conoce a José, un joven colombiano que también es bailarín. Él se ofrece a prestarle su música para que ella baile mientras él descansa. Ella acepta.

Y Maury baila con pasión, con sus rizos al viento, sus largas piernas y sus brazos bronceados, moviéndose con la fuerza del hip hop, del dance hall, los ritmos urbanos que aprendió a amar de sus profesores, en aquella academia en Venezuela, que la hizo feliz.

Las personas que caminan presurosas y las que se han sentado a disfrutar de un momento de tranquilidad la observan, la aplauden y la premian con los pesos que le dejan en una caja que ella ha colocado en el piso.

Agradecida por el gesto de solidaridad de ese joven y de todas aquellas personas, vuelve cada día a la plaza y allí la vida le enseñará que no será el único que reciba.

Una señora como de 60 años, la ha observado y se decide a ayudarla. Se acerca a Maury con una bandeja de comida.

—Te he traído comida para que comas algo. ¡No te asustes! Lo hago para ayudarte. Eras tan joven.

Maury siente miedo y aunque le gustaría comer algo sabroso, la desconfianza es mayor y le responde.

—Se lo agradezco señora, pero no lo puedo aceptar.

—Te entiendo. —Le dice y con una sonrisa en su rostro, se va. No insiste.

Pero esta señora, que tiene hijos y nietos y un corazón bondadoso, no se da por vencida y regresa al día siguiente con la comida.

Y Maury se deja llevar por una voz interior que le dice que confíe, que todo estará bien. Y se arriesga a recibir la comida, y se la devora toda.

Encontrarse con esa señora todos los días y comer su comida caliente fue una gran bendición que calmaba su soledad.

Y con su trabajo pudo comprar su radio y continuar bailando, pero esta ciudad no era el final de su ruta.

Ansiaba reencontrarse con sus amigos y en su alma ya se había despertado ese deseo de ir más allá, de conocer otras geografías, otras personas, otras culturas y lo que comenzó como una salida huyendo de un país en las garras de un gobierno déspota, algo cambio. La aventura apenas comenzaba, le quedaban muchos kilómetros por recorrer.

Y bajo por última vez las escalinatas del barrio, se despidió de los trabajadores de la panadería, del joven bailarín y de la señora de la plaza y con el dinero reunido, cruzo la próxima frontera donde estaban sus amigos y desde allí continuó andando, hasta llegar a la ciudad donde el río se une con el mar. Pero Maury ha aprendido a volar y sus alas inquietas en cualquier momento levantarán el vuelo.

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Muchas gracias por leer este relato, que es una realidad que he conocido muy de cerca, pues por cada venezolano que ha salido de su patria hay una madre que lo sigue acompañando en el camino. Gracias Literatos por esta iniciativa.


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@tipu curate 7

Muchas gracias apreciado @jesuspsoto por tu apoyo. Un abrazo